|Under The Tree| Eremika Fanfic

Confianza

Levi había cancelado el entrenamiento de Mikasa porque por lógicas razones y al igual que los demás, sufría las consecuencias de la noche anterior. No obstante, no fue excusa para pedirle que lo acompañara junto a Annie y Reiner a realizar algunas compras en el mercado; con tantas bocas en casa, la comida empezaba a faltar. Connie se había sumado junto con Jean, quien estaba extrañamente radiante.

- Entonces la idea es poder hacer una propuesta económica que cree un impacto también a nivel político, ya sabes, dos pájaros de un tiro. De esa forma los acaudalados estarán interesados y los viejos políticos satisfechos. - dijo Jean, comentándole a los otros los planes en los que había estado trabajando para su próximo viaje al continente Hizuru.

- Estarás cerca de los Azumabito. - Observó Mikasa mientras pasaba su mano sobre el vendaje que escondía su marca matriarcal. Levi sabía que era un gesto de nerviosismo.

Annie fue la primera en hablar, estaba claro que que no acostumbraba hacerlo, pero cuando lo hacía era más que directa. - ¿Por qué sigues ocultándolo? No es como si nadie supiera de ella o la hubiera visto antes. - Sus ojos celestes se posaron en la azabache con un gesto apacible. - Yo de ti lo luciria como si fuera un tatuaje, algo que sería una novedad en este lugar. - concluyó mientras hacia un circulo al aire con su índice.

- Solo sigo las indicaciones de mi madre, además, quisiera conocer su significado antes de dejalo a la vista.

- Reconozco que es un buen argumento. Entonces, ¿Por qué no averiguas lo que significa? - mencionó Annie mientras se acercaba al primer puesto de postres que veía. El mercado estaba en su día de apogeo, los diferentes puestos y estrechos callejones hacían el ambiente asfixiante, el calor era un recuerdo inevitable de que el verano estaba por llegar. Aún así, el olor de frutas maduras, especias frescas y pan recién horneado se hacía tentador para un grupo de visitantes que sin saberlo ya estaban hambrientos.

Levi miró a Mikasa junto a Annie, quien estaba preguntándole al tendero si tenía milojas o pudín de chocolate. Se acercó a la azabache, con las palabras de Annie resonando aún en sus oídos. - Tal vez podamos averiguarlo en el viaje que te mencioné. - Dijo en voz baja, más no lo suficiente para evitar que la rubia escuchara.

- ¿Un viaje? - Alzó una ceja mientras daba el primer mordisco al postre que acababa de comprar.

- Aún no lo he decidido. - Mikasa respondió cortante mientras miraba a Levi con reproche. - Tal vez no tiene que ser ahora.

- Tal vez más adelante no tengas la misma oportunidad, ¿has pensado en ello? - Aunque no era el momento, Levi se atrevió a reporcharla.

Mikasa guardó silencio. Sabía que tenía razón, pero era imposible que en esos últimos días pudiera pensar en algo más que no fuera Eren. Además, "los hechos" de la noche anterior ocupaban el 90% de su capacidad cognitiva en ese momento. Odiaba sentirse así de abrumada por algo que ni siquiera sabía si había ocurrido o no. Sin percatarse, Annie se había enganchado a su brazo mientras hablaba por ella.

- No tengo idea de que están hablando, pero ahora mismo Mikasa me acompañará a dar una vuelta. - La mirada de Levi fue suficiente para decir sin palabras que el motivo por el que estaban ahi no era para dar vueltas. - Calma capitán, no nos demoraremos, después de todo, ambas podemos cargar con más bultos que ese par de allá atrás. - Concluyó la rubia mientras señalaba con desden a Jean y Reiner.

Antes de que puediera decir alguna palabra, Annie había arrastrado a Mikasa por medio de un callejón. Levi en un gesto de cansancio, se sobó el entreceño mientras trataba de recordar el momento en el que había decidido convivir con un grupo de mocosos que apenas empezaban a terminar de crecer. Reiner, Connie y Jean se acercaron a él preguntándole dónde estaban las chicas, refunfuñando que en vez de hacer compras, también querían tener un paseo de amigos. Levi sonrío hacia sus adentros, después de todo, no estaba mal que fueran tan inmaduros, seguramente es lo que él también habría sido si no hubiera tenido que madurar tan rápido. Con un gesto de aprobación se dejó llevar a través del mercado por sus amigos, tal vez podría encontrar algo peculiar para llevarle a Hange.