•. ✶ Shinobu Kocho (1

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- Dime dónde te duele ______ - Indico la pelinegra mientras tocaba distintas partes de tu cuerpo.

En un momento, paro la mano cerca de tus clavículas y tu tomaste rápidamente su mano impidiendo que se moviese llevándola hasta tu corazón.

- Supongo que ahí.

Hablaste bajo y Shinobu te regalo una mirada confusa.

- ¿Porque te duele ahí?

- Porque usted no corresponde mi amor, eso me hace un gran peso al corazon.

Sonreíste con burla al ver cómo la pelinegra rápidamente sacaba su mano de ese lugar, sus mejillas estaban ligeramente rojas y podías sentir el nerviosismo que tenía.

- Vamos Kocho, solo un beso - Pediste levantándote de la cama quedando al borde de esta.

- ¿Sigues con esa tontería? Mejor descansa y deja de alucinar ______.

Una pequeña risa salió de tus labios, eran palabras duras pero ya tenías costumbre de oirlas.

- Solo uno

Pediste con las manos juntas en forma de ruego, Shinobu te miro con algo de molestia, podías notar como cada vez le costaba más mantener su abitual sonrisa.

- No.

Y con eso la pelinegra se dió la vuelta saliendo de la habitación.

- Mierda.., aunque.., el que persevera alcanza.

Hablaste para tus adentros, te levantaste de la cama en busca de la pilar pero sorprendentemente no la encontraste en ningún lugar de la finca.
Te preguntabas donde podría haber ido, después de todo ya era de noche y no habían muchos lugares para transitar.

Suspiraste con frustración, al final solo decidiste subir al techo por un poco de aire, hace unos días que te encontrabas en la finca y de ahí no habías salido afuera.

Al momento en el que saltaste quedando al borde del techo tu sorpresa fue notoria al ver a la buscada en ese lugar, sonreíste con torpesa, te había faltado buscar ahí.
Con cuidado te acercaste a ella quedando sentadx a su lado. Shinobu al verte se sobresalto un poco aunque rápidamente lo desimulo.

- ¿Que haces aquí? - Te pregunto la de ojos violetas con el seño ligeramente fruncido - Te dije que descansaras adema..

- La luna está hermosa hoy, ¿No lo crees?

El silencio fue evidente entre ambxs.

La típica confesión japonesa, el único recurso que te quedaba por usar.

- Siempre lo fue.

El rechazo fue directo a tu pecho, esperabas, recibir al menos una respuesta positiva, por una vez aunque sea. El dolor y la molestia se hizo presente en ti, no podías quedarte callado está vez.

- Sabes, soy conciente de que no estás obligada a corresponderme - hablaste con el seño fruncido ganandote la mirada de la Kocho, pocas veces te había visto molest# - Pero no puedo entenderlo, me confieso y te digo de todas las formas que me gustas y nunca recibo un si, pero tampoco un no. - está vez volteaste tu mirada mirándola con confusión y enojo, algo que la pelinegra comprendió al instante. - Ahy veces que incluso me siges el coqueteo, dime ¿Que ahi de eso? ¿Cómo tengo que tomarmelo? Con la respuesta de ahora creo que tengo que pensar que solo lo haces por diversión, pero para mí es más que eso, Shinobu, te amo y lo sabes, te amo desde que Kanae nos presento, se cuando sonríes genuina y cuando no, y adoro la persona que ahi tras esa máscara que tú misma creaste, me gusta cuando eres amable y risueña, pero también me gusta cuando te impacientas y no puedes evitar sacar tu personalidad a flote. Me gusta cada parte de ti - Los ojos de la Kocho estaban totalmente abiertos ante tus palabras. - Pero veo que no te pasa lo mismo conmigo, gracias por habermelo aclarado, aunque me hubiera gustado que fuera un poco antes, y así poder haber evitado el gran amor que te tengo..

Sin más por decir, te quisiste levantar de tu asiento pero unas manos que tomaban tu prenda te detuvieron, miraste con gran confusión a Shinobu quien te sosténia con la cabeza completamente baja evitando que vieras sus ojos.

- Kocho podrías... - Pero antes de terminar de decir que te soltase sentiste unos labios sobre los tuyos.

Eran tan suaves y dulces, los labios con los que habías soñado estaban junto a los tuyos, besándote.

Aquel junte de labios era totalmente incómodo y confuso, lo pensaste, pero no pudiste contenerte, tu amor pudo más que tu orgullo, de a poco, fuiste moviendo tus labios sintiendo como los contrarios te seguían y así intensificando el beso, era tal y como siempre lo habías esperado.

Al intensificar el beso no te diste cuenta cuando la pelinegra perdió el equilibrio y callo sobre ti, pero aún así no rompieron el beso, ninguno quería separarse pero luego de unos minutos tuvieron que hacerlo por la falta de aire.

- ¿Que?..no lo entiendo...

Hablaste con algo de aceleración, solo podías observar el rostro de la Kocho, estaba completamente ruborisada y agitada.

- El amor.. es raro..

- ¿El amor es raro? ¿Es lo único que vas a decir? - Preguntaste con una sonrisa burlona, al ver el enojo de la contraria suspiraste con diversión - Sabes, siempre supe que te gustaba.

- ¿Siempre arruinas los momentos? - Pregunto Shinobu con el seño fruncido, si no fingiera su sonrisa todo el tiempo, estabas seguro de que esa seria su cara la mayoría de las veces, ibas a responder a su pregunta pero los labios de la pelinegra volvieron a atraparte en ese suave y apasionado beso

La mejor forma de callarte.

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La confesión de la luna esque básicamente para confesarte dices "la luna está hermosa hoy"

Si te rechazan dicen: siempre lo fue.

Si te corresponden dicen: Puedo morir en paz o puedo estar en paz

ONE-SHOTS KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora