Hacía un frío infernal, calculaba que la ciudad se encontraba varios grados bajo cero, una fina capa de nieve crujía bajo sus pies. Caminaba por Váci út, una de las arterias principales del distrito XIII en Budapest, las calles se volvían más anchas, más transitadas a comparación de las demás, borrachos iban y venían tambaleándose bajo su sombra.
Más adelante y luego de varios minutos cruzó hacia Radnóti Miklós, la calle más estrecha del barrio y menos transitada, rodeada de árboles gigantes que se elevaban sobre el asfalto como grandes monstruos. Los edificios aquí son un poco más viejos, con patios internos escondidos tras puertas de madera, calle se vuelve silenciosa y de un momento a otro sus pasos son lo único que escucha.
La llamada de Jack lo había alarmado, había hablado con él desde el hotel Gozsdu Court esta mañana, le había dicho todo lo que sabía y aún así no entendía.
- ¿Dices que Landon lo tenía? – Preguntó entonces con la mirada perdida en el techo de caoba.
- No estoy seguro de dónde lo sacó.
Subió los escalones de mármol sosteniéndose con mucho cuidado pues tenía la sensación de que en cualquier momento caería. No supo más pues había llegado la hora de marcharse, le aseguró a su hermano que llamaría luego, colgó y guardó el teléfono.
Luego comenzó su camino hacia el apartamento dos de la calle Radnóti Miklós, subió los trece peldaños con cierto cansancio.
Hace cómo diez minutos, subió al apartamento en el segundo piso del viejo edificio que apenas podía mantenerse en pie por la humedad que acababa con sus paredes, afortunadamente para el dueño, todo se podía cubrir con viejo papel tapis con olor a auto usado. En cuanto abrió la puerta gastada se encontró con el desastre que sólo un huracán bajo su techo había podido causar.
El olor a incienso llenó sus pulmones, de esos que tenía escondidos en algún lugar del librero, en la caja rectangular con flores impresas que había comprado para año nuevo, no lo había usado claro, sólo se dejó llevar por el momento.
Dinero al hogar, pero que estúpido había sonado eso, y él aún más estúpida que se lo había creído. Arrastró su abrigo gris sobre el piso grasoso y cubierto por una fina capa de polvo. Sacó la caja de cigarrillos junto con el encendedor anaranjado con linterna incluida, vaya que era un lujo, llevó uno a sus labios llenos de licor y encendió la flama dejando ver una fina lucecita entre la penumbra del lugar, las ventanas selladas con papel de regalo de la tienda de la esquina apenas dejaban entrar la luz, permitió que el humo cancerígeno llenara su paladar y se escabullera entre sus dientes antes de soltarlo hacia la oscuridad dejando que desapareciera en finas ondas.
- Qué quieres – soltó desde la oscuridad del pasillo que conectaba con la única habitación del apartamento.
Habitación que para él era un maldito desastre, todo el lugar lo era.
- Quiero hablar – respondió tan calmado como podía estarlo.
Entrecerró los ojos y tras una corta risa amarga como respuesta de la mujer frente a él volvió a meter el cigarrillo entre sus labios pálidos.
A ver si hablas sin rodeos.
Los pasos resonaron en las tablas de madera adheridas al suelo, cualquiera que lo escuchara pensaría en algún asesino serial o un psicópata en negación, de todos modos, salió de la oscuridad encendiendo el televisor frente ella.
Se tambaleó esquivando el doloroso golpe en la canilla del mueble y tras usar la pared pegajosa como bastón se tiró en el sillón. Cuando la imagen del televisor cambio a una más clara al fin pudo ver un poco más. La vio sentada en el sillón mirando a la presentadora del bingo como hipnotizada.
ESTÁS LEYENDO
INSIDE
Mystery / ThrillerDonde los secretos son más profundos que el silencio, un asesinato marca el comienzo de un misterio que cambiará la vida de todos. Después de 13 meses secuestrada, Samira Hansen regresa a casa con la mente fracturada y recuerdos difusos. A medida qu...