𝐺𝑟𝑎𝑏 𝐻𝑎𝑛𝑑𝑠 | ˡᵘᶜᵉʳʸˢ ᵛᵉˡᵃʳʸᵒⁿ

10| De luto

Era temprano en la mañana, Alyssa se acababa de despertar. Unas voces interrumpieron su ida hacía la sala de desayuno.
Las voces eran reconocibles, ya que las puertas estaban entre abiertas.
— No puedo ser señor de las mareas.

"Luke"

La platinada se acercó a la puerta, ella debía saber que era lo que tanto le perjudicaba a su prometido. No terminaba de entender como es que el estaba tan intranquilo con ese tema. Pues ya estaba cerrado y zanjado desde hace meses. Luke seguía sin querer serlo.

— El abuelo es el mejor marinero que ha existido. A mi me entran nauseas siquiera dejemos el puerto. No puedo serlo, voy a arruinar todo.

— Sabes, cuando tenía tu edad yo tampoco quería ser reina. Después de un tiempo me di cuenta de que tenía que ganarme la herencia.

— Pero, ¿Como lo hiciste?

— Tu abuelo, Viserys, mi padre. Me preparo años para ser reina, y yo haré lo mismo contigo.

Alyssa hizo una sonrisa, estaba feliz de saber que Luke no estaría solo. Ni de su parte, ni de ninguna

...

Un aviso llego para los tres jovenes. Rhaenyra estaba teniendo a su bebe. El trío se dirigió hasta el castillo, estaban un poco lejos, en la playa. Luego de unos minutos de correr sin parar, por fin llegaron.

— ¿Donde esta Rhaenyra?
Preguntó exaltada la niña.

— Por ahí mi princesa.
Le contesto Válya, su sirvienta, pero más que nada su amiga desde la infancia.
Luke y Jace entraron desesperadamente, la Targaryen estaba a punto de hacer lo mismo, pero Válya le agarro del brazo.

— Alyssa, tu padre no esta ahí. Ve a buscarlo antes de que sea tarde. La princesa Rhaenyra esta en un parto complicado.
Alyssa asintió. Luego se dio la vuelta, sabía donde ir, su padre estaría en la sala con los caballeros. Lo vio. El desgraciado prefería estar planeando el siguiente ataque antes de estar con su esposa.

— Daemon.
Le llamo su hija. Toda la sala se hizo silencio. Los hombres se pusieron firmes, y Daemon también. Su padre pensó que Rhaenyra lo estaba llamando. Pero no. Era su hija.

— Alyssanne.
Es la primera vez que Daemon la llama por su nombre completo.

— No estoy jugando.
Dijo acercándose y abriendo paso hacia a el mayor.

— Yo tampoco. Estoy planeando como defendernos. Ahora si no tienes algo importante. Retirate.
Comento desafiante.

— Déjenos solos.
Dijo la princesa con tono furioso.
Todos los hombres le hicieron una reverencia y se fueron.

— Padre, tu esposa esta en parto, y tu estas aquí, ¿planeando la puta defensa?
Dijo Alyssa, ofendida. Con los ojos humedecidos.
Nunca se escuchó salir de ella una palabra "no apta para princesas". Esta era la primera vez.
Daemon se acercó rápidamente a su hija, y la tomo por el brazo.

— Alyssa, tu eres mi hija, no me mandas. No me conoces. Ahora si quieres ve. No me digas nunca más que hacer.
Dijo agresivo.
Alyssa se estaba quejando adolorida de el agarre de su padre.

— Esta claro que tu tampoco me conoces.
Se soltó con rabia, para luego irse de vuelta hasta la sala de parto.
La vio a Rhaenyra, tirada en el suelo, llorando, con las manos ensangrentadas y con un bebe defectuoso en manos.