𝐗𝐈𝐈

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Embobado, se queda contemplando la imagen de un Chuuya avergonzado que ni siquiera intenta esconder su leve sonrojo tras su taza de chocolate, comiendo galletas como una pequeña y adorable ardilla. Puede entrever que ni siquiera ha notado el tipo de imagen que proyecta mientras parece pensar a fondo lo que le ha dicho, siendo por primera vez consciente del olor de sus propias feromonas.

⠀⠀Claro, él también es consciente de ellas y de lo mucho que le agrada la sensación que le dan sus feromonas: como estar en un lugar cálido comiendo galletas de jengibre frente a una fogata. Algo dulce sin exagerar y picante sin incomodar. Simplemente es perfecto. Dazai detesta las cosas empalagosas, entre ellas, el aroma de la mayoría de los omegas de la aldea. Y el picante siempre le ha gustado, en especial si es para comer cangrejo.

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⠀⠀―Oye, Dazai... ―le murmura el pelirrojo, aunque en realidad no lo ha dejado de mirar―. Deja de verme de ese modo, es escalofriante.

⠀⠀―¿Por qué lo dices, Chuuya~?

⠀⠀―Pareciera que me vas a comer, para.

⠀⠀―Oh Chuuya~ ni siquiera te haces una idea de lo que en verdad pasa por mi cabeza.

⠀⠀―Ni quiero saber, cállate ya, maldito desperdicio de vendas.

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⠀⠀Acaba riéndose en voz alta por la actitud impropia del lobo carmesí que intentó ponerle una flecha entre ceja y ceja hace ya un mes y tanto. Un poco tímido, pero siendo grosero como siempre, queriendo remarcar su esencia de autocontrol y carácter. Sin decir una palabra, se acera a una manta de piel doblada a su lado, la toma y me sienta más cerca suyo, usando el tronco del árbol como apoyo para su espalda. Pasa la mullida piel café tras ambos mientras Chuuya no para de protestar por la repentina cercanía y cuánta cosa más como excusa para alejarse, pero se quedó callado una vez entendió que solo los estaba cubriendo a ambos por el frío que se hacía más notable en sus cuerpos, empezando por lo roja que se estaba poniendo la punta de su nariz.

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⠀⠀―Termina pronto Chibi, antes que se mojen nuestras ropas con la nieve que se está derritiendo bajo nuestro.

⠀⠀―Te lo voy a pasar esta vez solo porque es cierto... ¡Pero no te acostumbres! ―Osamu se echó a reír.

⠀⠀―Creo que ambos podríamos acostumbrarnos, ¿no? ―Él no supo responderle, y Dazai ya no pudo saber si era por el frío de la brisa matutina pegándoles en el rostro, o si era la vergüenza por la cercanía y lo que dijo, lo que mantenía el fino rostro de Nakahara enrojecido hasta las orejas.

⠀⠀

⠀⠀Luego de desayunar y de esos momentos "incómodos" de estar demasiado pegados bajo el abrigo de piel para mantenerse en calor, Dazai lo llevó a correr con su jauría. Chuuya tuvo que soportar la mala cara de Yosano, los rostros serios de Gin y Ryunosuke, y los comentarios de sabelotodo de Ango al que no conocía, quien le pareció reconocer que es como la mano derecha de Dazai por lo menos hasta que se vuelva líder, pues de momento el consejero de la aldea es otro chico, el cual que le sorprendió oír que es omega. El mismo Ango le explicó que ese cargo suele ser para los omegas más inteligentes de la aldea, pues para ellos, los omegas son la voz de la razón en cuanto a asuntos serios se refiere, ganándole por creces al instinto destructivo, manipulador y despiadado que surge en los alfas al enojarse o planear ataques a sus enemigos.

⠀⠀Cuando llegaron a un claro, ahora cubierto de kilómetros de densa nieve, todos dejaron a sus lobos correr a libertad. Dazai se le acercó a Nakahara con una sonrisa, notando que estuvo pensando mucho en si unirse o no a los juegos de los demás lobos que se perseguían como cachorros, olvidando incluso sus castas y sus ocupaciones para jugar "las traes", algo que Dazai le explicó cómo iba al enterarse que Chuuya nunca lo había jugado. Estuvo por negarse a participar, cuando sin aviso alguno dio un brinco por la palmada que el castaño le propinó en el trasero, antes de gritar "¡Chuuya las trae!", transformarse y echar a correr junto al resto. Chuuya no dejó de perseguirlo hasta tumbarlo y morderle las orejas. Pero fue divertido.

𝘊𝘳𝘪𝘮𝘴𝘰𝘯 𝘞𝘰𝘭𝘧 «𝙎𝙤𝙪𝙠𝙤𝙠𝙪»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora