𝘊𝘳𝘪𝘮𝘴𝘰𝘯 𝘞𝘰𝘭𝘧 «𝙎𝙤𝙪𝙠𝙤𝙠𝙪»

𝐗𝐗𝐈𝐈

Los pulmones ya les dolían y tomar su forma lobuna había sido la mejor opción para perder a quien fuere que los estuviese persiguiendo. Habían cruzado un pequeño río congelado y siguieron corriendo por casi una hora, por lo cual se quedaron sin aliento, pero al menos estaban seguros. Akutagawa encontró una cueva y se refugiaron allí del frío para descansar. Estaba molesto aún por la petición de Dazai, pero no iba a desobedecer una orden directa aunque quisiera ser su escudo.

⠀⠀El peculiar sonido de una ramita partiéndose por el peso ejercido sobre esta, hizo a todos sus sentidos estar alerta, pues si anteriormente estuvo exaltado por la carrera que habían tenido para escapar de quiénes los seguían y no saber el estado del resto, ahora que de pronto se sentían a salvo, apenas recuperando el aliento ¿tendrían que volver a huir? Atsushi se armó con un palo seco que tal vez se partiría en el primer golpe, mientras se escondía detrás suyo, listo para correr si así lo ameritaba. Se preparó para activar su habilidad, cuando un aroma levemente familiar llegó a él junto a la brisa helada.

⠀⠀Una melena marrón-rojiza asomó por la cueva y sus ojos azul oscuro se encontraron con los suyos, viéndolos con la misma sorpresa con que lo miraba de regreso. El parecido, tanto físico como de aromas era peculiar.

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⠀⠀—¿Hola? ¿Se encuentran bien? Los he visto huyendo de alguien y le he dado un escarmiento al otro lobo y se ha ido por donde vino. Me pareció sentir el aroma de alguien familiar pero parece que me equivoqué, entonces mejor los dejo.

⠀⠀—¡N-no! —soltó nervioso y apresurado el albino—. P-perdón por alzar la voz, y-yo soy amigo de Chuuya Nakahara, ¿lo conoce por casualidad?

⠀⠀—Oh, por eso sentí su aroma en ustedes. Es un placer conocerlos, soy Oda Sakunosuke.

⠀⠀—Yo soy Atsushi Nakajima y él es Ryunosuke Akutagawa, puede llamarme Atsushi.

⠀⠀—Solo Akutagawa —añade el joven alfa.

⠀⠀—Bueno, parece que tienen problemas. Cualquier amigo de mi Chuuya es amigo mío. No planean quedarse en esta cueva a pasar la noche ¿verdad? Cuando regrese el oso que la habita, estarán en problemas.

⠀⠀—Oh, no teníamos idea.

⠀⠀—Pueden venir conmigo, hay alguien que estará muy feliz de oír noticias de Chuuya y los chicos. Síganme.

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⠀⠀Sin poder evitarlo, el reproche se remarcó en los labios de Akutagawa de forma tácita. No sabía si era porque este chico es demasiado iluso o por notar que es así de confianzudo con cualquier extraño, aunque al mismo tiempo lo dudaba por su reacción hacia el desagradable hombre de antes; ya le preguntará luego sobre eso. Volvieron a caminar por la espesa nieve hasta llegar a una zona un poco menos azotada por el invierno. Allí contemplan con algo de asombró una choza que parecía no llevar mucho tiempo allí, ni ser la mejor de las opciones para sobrevivir al invierno y sin embargo, de ella salieron un par de chicos, reconoce a uno de ellos como el que se había marchado junto a la jauría enviada por el señor Mori hace un tiempo.

⠀⠀Una señora de cabellera roja salió envuelta en un mullido kimono, sus ojos color cereza se posaron sobre ellos.

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⠀⠀—Oda, querido, ¿de dónde sacaste a estos chicos?

⠀⠀—Son amigos de Chuuya, parece que están en problemas y decidí traerlos conmigo.

⠀⠀—¿Problemas? ¿Qué clase de problemas? ¿Mi Chuchu está bien?

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⠀⠀Atsushi se apresuró diligentemente a explicarle la situación y poner al día a estas personas sobre el estado actual de Chuuya. Pronto se enteraron con quienes estaban hablando.