- Bill, ya estamos en casa.- Grito Simone que llegó a casa, dejó su maleta en el porche.- ¡Bill!.
- Bienvenida, mamá y...- Con una voz alegre, Bill apareció en las escaleras, su miranda en automático viajo a Tom desde lo alto de las escaleras, vestía pantalones anchos color negro y una camisa negra de manga corta. Estaba vestido con su típico estilo rudo pero con una mirada calmada, era ese estilo que exitaba a Bill. Con su castaño cabello y sus largas rastas, Tom sonrió levemente. Era una sonrisa que nadie en la familia podía imitar. Con gran lojiria lo observaba lamiéndose el piercing de su labio sin descaro, estaban ansiosas por tomar a Bill.— Mi amado hermano.
Nadie podía saber cuándo los intereses cambiarían. Mañana, podrías volverte loco y voluble, o bien, podrías elegir aguantar unos días más a pesar del cansancio. De lo que Bill mismo no podía estar seguro era del corazón humano, en especial del de Tom.
Antes de que pierda el interés, se aseguraría de que su hermano menor se hunda en esta relación como si fuese un hábito imposible de dejar. Iba a mantenerlo así para que no pudiera alejarse de él por el resto de su vida.
Una obsesión enfermiza que por años atormentaba a Tom ahora poco a poco se iba apoderando de la fuerza de voluntad de Bill.
— Hermano, ¿Te la pasaste bien solo?.
Bill bajó las escaleras y tomó la mano de Tom.— Sí, fue agradable estar solo.
— ¿Qué tanto hiciste?.
— ¿A qué te refieres? Estuve haciendo el trabajo de la foto y el vídeo que te envié.
Tom se lamió el labio inferior ante la risa provocativa de Bill mirando hacia arriba que sonrió ante el comportamiento habitual que tenía cada vez que aumentaba su lujuria.
Bill pensaba que Tom era amable. Su personalidad era buena para ir a los Estados Unidos y jugar un poco, pero no debía acostarte con nadie más, tal como un monje. Mientras tanto, por la mente de Tom cruzó el pensamiento de que si su madre no hubiera estado ocupada en la sala desempacando, podría haber derribado a Bill en el sofá y desnudarlo.
— Oh, es cierto, Bill. ¿Qué te parece la idea de ir a estudiar en Estados Unidos también?.
El rostro de Bill se volvió en una expresión desconcertada ante las inesperadas palabras.
Tom sujetó a Bill, que estaba tratando de responder a su madre, rodeándo suavemente la cintura con su brazo. Simone puso una sonrisa en su rostro sin dudarlo, como si ya estuviera acostumbrada a la relación entre los dos hermanos que expresaba tanta cercanía.
— Dado que hay una buena universidad cerca del lugar que Tom está considerando para vivir, creí que te gustaría asistir a ella. Cuando le pregunté al encargado, me dijo que los requisitos de admisión no son estrictos. ¿Quieres probar estudiar en el extranjero?.
Bill, que era bastante inteligente para estás cosas y ya sabía quién le hizo la sugerencia a su madre, entrecerró los ojos y miró a Tom que todavía estaba lamiendo su labio inferior. Como si no pudiera soportarlo, le dio un beso en la frente a Bill, complementando la historia de su madre.
— Tengo que estar allí durante al menos cinco años. Es un desperdicio tener una casa espaciosa para mí solo. Sobre todo, no quería estudiar con el video que me enviaste, así que pensé que sería bueno pasar tiempo juntos.
— No. Odio estudiar.— Bill respondió con una expresión de molestia.
Cuando estaba apunto de escapar de sus brazos, Tom lo sujetó con más fuerza y le sonrió, obteniendo una mirada de disgusto de su hermano mayor. — ¿Por qué estás haciendo esto?.— Pensaba Bill. Para su madre, esa sonrisa parecía dulce y amable, pero para Bill, parecía un disfraz que ocultaba sus oscuras intenciones.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Pecado (Toll/Tws) +18
RomanceLos hermanos Bill y Tom Kaulitz que nacieron y se criaron en una familia que otros envidiarían, no mantenían una relación cercana, llegando al punto de no dirigirse la palabra a menos que sea necesario durante más de diez años. Pero, un día, debido...