STRAY KIDS Y TÚ

🍄Zweiundschezig🍄

Eran las cuatro cuando las alarmas de todos sonaron.

Era hora de pararse y alistarse, pues veinte para las seis salía su vuelo de regreso a Corea.

—Buenos días.—Le dijiste a Changbin cuando salió del baño.

Tú ya estabas vestida por lo que entraste al baño dejando que Changbin se vistiera.

Cuando saliste ambos ya estaban listos y recibieron un mensaje en el grupo que todos ya estaban listos, que bajaran para desayunar algo.

—Buenos días.

—Buenos días.

Todos se saludaron y fueron al restaurante del hotel, donde había unos pocos meseros, pues nunca había mucha gente a esas horas.

—Good moring. What can we offer you?(Buenos días. ¿Qué podemos ofrecerles?—Dijo amable una de las meseras.

—Nine baguettes to go, please.(Ocho baguettes para llevar, por favor.)—Dijo Chan.

—What would they be?(¿De qué serían?—Preguntó la señorita.

—Eight of ham and one of chicken, please.(Ocho de jamón y uno de pollo, por favor )

—Sure.(Seguro)

La señorita se fue para ordenar sus pedidos y ustedes se quedaron en una mesa para esperar.

—Ey, no te duermas peque.—Dijo Chan mientras acariciaba tu cabello, pues habías empezado a cabecear.

—Sí, perdón, es que sentí que no dormí.

—Dormiremos en el avión y de camino al aeropuerto. ¿Sí?—Dijo Chan.

—Sip, está bien.—Le sonreiste y trataste de ya no volver a cabecear.

Les entregaron los pedidos y salieron del hotel con sus maletas y subieron a la Van que los llevaría al aeropuerto.

—Puedes dormir si quieres.—Te dijo Chan.

—Sí, lo haré.

Dormiste un poco de camino al aeropuerto y cuando llegaron Chan te despertó.

—Ey, ya llegamos, peque.—Dijo Chan mientras te movía despacito para que despertaras.

—¿Qué? Ah sí, ya voy.

Despertaste un poco aturdida.

—Ven Lea, tenemos que comer antes de subir.—Dijo Han, mientras entraban al aeropuerto e iban a los comedores qué había

Los nueve se sentaron a comer los baguettes mientras esperaban a que diera la hora de abordar.

—Ya no puedo.—Dijiste mientras alejabas un poco lo que te quedaba de baguette.

—Debes comer, Lea.—Dijo Chan.

—Ya llegue poco más de la mitad.—Dijiste señalando el pan.

—De acuerdo.—Dijo Chan.

—¿Alguno de ustedes se lo puede acabar?—Preguntaste.

—Dámelo.—Dijo Changbin.

Se lo diste y Changbin se lo terminó.

Ya eran las cinco treinta y ocho y ya habían empezado a llamar para que empezaran a abordar.

Los nueve subieron al avión y luego de que despegara se quedaron dormidos, pues el día anterior había sido sumamente cansado.

—Disculpe, joven, ya aterrizamos.—La azafata llamó a Chan mientras lo movía despacio.

—¿Eh? Ah sí, disculpe es que... Lo siento. Yo despertaré a los demás muchas gracias señorita y disculpe.