"El desastroso primer encuentro"
Después de su reunión estratégica, Lewis, Max y Charles decidieron que era hora de poner su plan en acción. ¿Qué podría salir mal con una salida casual? Pues, como pronto descubrirían, absolutamente todo.
El sábado por la mañana, Martin se despertó con un mensaje en su móvil:
Lewis:
—¡Hola, Martin! Los chicos y yo estamos planeando una salida casual. ¿Te apuntas? Será divertido.Martin, siempre dispuesto a conocer mejor a los amigos de su hermano, aceptó sin pensarlo mucho. "Una salida casual", se dijo, "¿qué tan complicado puede ser?". Poco sabía él que se estaba preparando para una tarde llena de caos.
Los cuatro se encontraron en un parque cercano, donde Lewis ya había preparado una pequeña área de picnic. Estaba tan bien organizada que parecía sacada de una revista de decoración: manteles a cuadros, flores frescas, y hasta una selección de quesos importados.
—¡Wow, Lewis, esto es increíble! —dijo Martin, impresionado mientras se acercaba.
—Solo lo mejor para ti —respondió Lewis con una sonrisa deslumbrante. Lo cual habría sido perfecto si no fuera porque decidió ser tan caballeroso que casi se convierte en su propio sirviente.
—Déjame ayudarte con eso, Martin. No, no, no, no te levantes. Yo lo haré. ¿Quieres algo de beber? No te preocupes, yo lo traigo. ¿Te apetece otra servilleta? Claro, ahora mismo te la doy. —Y así siguió, hasta que Martin empezó a sentirse más incómodo que atendido.
Mientras tanto, Max había decidido que una simple caminata por el parque no era suficiente para impresionar a Martin. Así que, en cuanto vio una cancha de baloncesto vacía, su mente competitiva tomó el control.
—¡Eh, Martin! —gritó Max, levantándose de un salto—. ¿Qué tal si jugamos un uno contra uno?
—¿Baloncesto? —Martin levantó una ceja, sorprendido—. No soy muy bueno, pero... supongo que podríamos intentarlo.
Max, por supuesto, no pudo contener su espíritu de competencia. En cuestión de minutos, la partida amistosa se convirtió en un espectáculo de saltos, bloqueos y lanzamientos tan intensos que Martin apenas podía seguirle el ritmo. A cada tiro que Max metía, se podía ver en su rostro una sonrisa de triunfo que hacía que Martin se sintiera más como un espectador que como un jugador.
Charles, por su parte, optó por lo que creía que sería la táctica más segura: ser encantador. Sin embargo, su encanto natural se desbordó hasta el punto de parecer casi falso. Cada vez que Martin decía algo, Charles lo miraba como si fuera la cosa más interesante que jamás hubiera escuchado.
—Eso es fascinante, Martin —decía Charles, exagerando su entusiasmo—. De verdad, me encantaría escuchar más sobre eso. Eres tan... único.
Después de un rato, Martin empezó a preguntarse si Charles estaba siendo sincero o si simplemente estaba practicando para alguna obra de teatro.
Finalmente, la situación alcanzó un nivel de incomodidad tal que Martin no pudo evitar excusarse.
—Bueno, chicos, creo que ya es hora de que me vaya —dijo, tratando de sonar lo más natural posible—. Gracias por la invitación, fue... interesante.
—¡Déjame acompañarte! —dijeron los tres al unísono, antes de detenerse en seco y mirarse unos a otros con incomodidad.
—Eh... bueno, ¡nos vemos pronto! —dijo Martin, retrocediendo lentamente antes de darse la vuelta y alejarse, completamente confundido por lo que acababa de pasar.
Lewis, Max y Charles se quedaron mirando cómo se iba, sin saber si reírse o lamentarse por cómo había salido todo.
—Bueno, eso no salió como esperábamos —admitió Charles, rascándose la cabeza.
—Creo que tal vez deberíamos haber sido un poco más... sutiles —dijo Lewis, soltando una risa nerviosa.
—¿Sutiles? ¡Casi me lo cargo jugando al baloncesto! —exclamó Max, tirando la pelota a un lado.
—Está claro que necesitamos un plan mejor —concluyó Charles, mientras los tres se miraban, sabiendo que su competencia por el corazón de Martin no sería tan sencilla como pensaban.
Y así, mientras Martin se iba con una cabeza llena de preguntas, los tres pilotos volvieron a la mesa de planificación, más decididos que nunca a encontrar la manera perfecta de ganar su afecto... sin destruirlo en el proceso.
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Boyfriends ▬▬ F1 x Male!oc
Hayran Kurgu-He creado un grupo de WhatsApp para nosotros tres. Se llama "Operación Conquista". -¿No podías ser más obvio? -Bueno, al menos no lo llamé "Vamos por Martin"