Capítulo 8: De mal en peor...

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El camino se encontraba en mal estado debido al invierno, bueno, llamar camino a aquel sendero con un poco menos de maleza que los alrededores seria un absoluto halago, debido a este hecho, Sasuke bajó el mismo del caballo y cargó el equipaje para aligerarle el peso, el plan era caminar hasta llegar al pueblo mas cercano que se hallaba a unas diez horas de caminata y decenas de kilómetros, ese recorrido lo podría hacer su propio caballo de guerra altamente entrenado sin problema, pero, el caballo de un comerciante no, por muy acostumbrado a las largas distancias y al peso que estuviera, así que el camino continuó con Sasuke a pie, cargando el equipaje y con el caballo solo llevando encima al ligero Naruto, Sasuke podía llevar ese ritmo sin siquiera sudar, y si bien comprendía que el doncel tenía resistencia así como una decente fuerza física, aun sería demasiado hacerlo caminar mas de diez horas sin descanso, tampoco podían tardar mucho, esta zona era bastante fría, planicies enteras sin ningún refugio contra el viento y la lluvia, puede que ya fuera primavera, pero en la noche, todavía se podía morir de hipotermia si no se tenía cuidado, tampoco parecía haber rastro de agua hasta donde alcanzaba la vista ni material para una fogata, así que acampar estaba descartado.

A medida pasaban las horas Sasuke esperaba el momento en que Naruto se quejara por estar cansado, pero el doncel ni se inmutaba, estaba en su mundo comiendo a pequeños bocados la carne que se suponía era para el almuerzo, ocasionalmente le daba un bocado a Sasuke, solo cuando empezaba a sentirse mal por estar dejándolo sin nada, antes de volver a comer con menos carga de consciencia.

Entonces iban los dos, por el camino en absoluto silencio, pero en completa calma, con un ritmo y andar constantes, masticando la carne y el pan sin detenerse, sintiendo el frio de los últimos vientos de invierno y en contraste siendo cálidamente abrazados por el sol de inicios de primavera, llegaron al pueblo cuando el sol ya se había escondido, rentaron una habitación en la única posada disponible en ese lugar, que contaba con no mas de cuarenta casas, y entonces durmieron profundamente.

Al día siguiente el movimiento hizo despertar a uno de ellos, la posada hecha completamente de madera y precariamente construida dejaba entrar el ruido del ajetreo en el exterior, Naruto siguió dormido pero Sasuke se levantó alerta y se asomó a la ventana, dándose cuenta que solo era la gente del pueblo iniciando su jornada laboral mucho antes de que saliera el sol, en los pueblos agrícolas el día empezaba temprano para que los campesinos pudieran vestirse y desayunar algo antes de partir al campo, la idea era aprovechar cada minuto de luz solar, por ello, salían de sus casas antes de que el sol se asomara para que, cuando este saliera, ya estuvieran en los campos haciendo sus labores, sin poder dormir mucho más, Sasuke se entretuvo viendo el movimiento y la forma en la que, mientras la claridad del sol apenas se asomaba por las montañas del horizonte, los hombres de la aldea con herramientas agrícolas en mano partían por caminos oscuros, en grupo y guiados por un solo hombre llevando una antorcha.

Sintiendo movimiento detrás de él se dio la vuelta, Naruto se estaba despertando, abrió los ojos, lo miró a él, notó que seguía oscuro y con las mismas se volvió a dormir, ambos dormían juntos en la misma habitación y en la misma cama, porque se habían acostumbrado a ello en la casa señorial y porque Sasuke no estaba cómodo dejando al doncel solo en una habitación con puertas tan endebles como esas.

Cuando el sol terminó de salir ellos retomaron el camino habiéndose reabastecido de agua y pan fresco, Naruto estaba callado y jamás lo diría, pero el camino era tan tedioso como la primera vez, estaba cómodo por la compañía, pero el bamboleo del caballo era tan insufrible como la dureza de la carreta en la que llegó, le dolía la pelvis y esas nubes que se asomaban estaban demasiado grises para ser bueno.

Después de un par de horas de caminata, llegaron a una ciudad amurallada, al verla Sasuke enseguida se detuvo de golpe, odiándose a sí mismo por no considerar esto, el originalmente era un duque, no tenia problemas para entrar a cualquier ciudad, de hecho, ni si quiera había tenido que hacer la burocracia con los guardias de la puerta para ingresar, siempre había mandado a un ayudante con antelación para que se encargara de anunciar su llegada evitándole esperas incomodas, ahora, en cambio, era un fugitivo, pasar por la puerta de la ciudad, delante de los guardias, con su apariencia tan llamativa no era algo realista, jamás pasaría desapercibido, apretó los dientes y miró a Naruto quien le regresó la mirada, inclinando la cabeza.

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