Entre Amores y Lealtades

La pelea

(Narradora)

En la sala, Raian, charlaba animadamente con un grupo de compañeros del equipo de fútbol. Mientras Daniela estaba aun arriba con Milo a solas. Tatiana estaba con Angus la tensión entre ellos era palpable, una danza de atracción y duda que todos podían ver, excepto ellos mismos. Todos estaban tranquilos disfrutando de la fiesta, alegres, bailando al ritmo de la mùsica, mientras charlaban y tomaban

Pero todo se vio interrumpida por la llegada de una figura inesperada. Jacob, el ex novio de Carolin y rival de Raian en el campo de fútbol, entró sin invitación, sus ojos escaneando la habitación hasta fijarse en Raian.

El ambiente cambió instantáneamente. La tensión se podía cortar con un cuchillo mientras Jacob se acercaba al grupo de Raian.

En eso Aidan se da cuenta, el sabe que esto no es lo mejor, ellos dos se odian y fácilmente pueden terminar en el llenándose de puños hasta alguno se rinda, o los detenga si es que alguien se atreve, Aidan toma la decisión de subir a donde esta su hermana con Milo, por si acaso, mientras Aidan subía a el cuarto de su hermana, en sala todos estaban en sin decir palabras, solo mirando la escena por si pasaba algo, hasta que Daniela baja por las escareas seguía de milo con su Aidan, ella se acerca así Raian para quedar a su lado mirando a Jacob, con una mirada fría y imponente.

"Vaya, vaya", dijo Jacob con una sonrisa burlona. "Si es la estrella del equipo y su séquito".

Raian se puso rígido, pero mantuvo la calma. "Jacob, no recuerdo haberte invitado".

"Oh, ¿necesito invitación para ver cómo presumes de tu nueva novia?", respondió Jacob, mirando a Daniela de una manera que hizo que ella se sintiera incómoda, pero sin quitar su mira de el.

En ese momento, Carolin apareció, su rostro una mezcla de sorpresa y preocupación al ver a Jacob. "¿Qué haces aquí?", le preguntó en voz baja.

Mientras tanto, en otra esquina del apartamento, Sofía observaba la escena con una mezcla de ansiedad y tristeza. El recuerdo de su ex, pesaba sobre ella como una nube oscura. Luisa, se acercó a ella, ofreciendo una sonrisa comprensiva.

"¿Estás bien?", preguntó Luisa, su voz sorprendentemente suave.

Sofía asintió, agradecida por la compañía.

De repente, la voz de Jacob se elevó por encima del murmullo de la fiesta. "¿Sabes por qué está contigo, Daniela? ¿Crees que es por tu personalidad encantadora? Es por su fama, nada más".

Raian dio un paso adelante, sus puños cerrados. "Cierra la boca, Jacob".

Todo sucedió en un instante. Jacob empujó a Raian, Raian respondió, y de repente estaban en el suelo, golpeándose el uno al otro mientras todos gritaban a su alrededor.

Daniela corrió hacia ellos, con Milo pisándole los talones. En su prisa por separarlos, Milo recibió un golpe accidental, cayendo hacia atrás con un grito de dolor.

"¡Basta!", gritó Daniela, su voz quebrándose.

En ese momento, Aidan ,obverso con sus ojos abriéndose de par en par ante la escena caótica. "¿Qué demonios está pasando aquí?"

La pelea se detuvo tan abruptamente como había comenzado. Raian y Jacob se separaron, jadeando y mirándose con odio. Daniela corrió hacia Milo, quien se frotaba la mandíbula con una mueca de dolor.

Jennifer, la mejor amiga de Aidan, aprovechó el momento para acercarse a Daniela, ofreciendo su ayuda y consuelo de una manera que parecía demasiado íntima para el gusto de Raian.

Mientras Tatiana y Angus ayudaban a calmar la situación, Carolin arrastraba a Jacob fuera del apartamento, sus voces elevándose en una acalorada discusión que revelaba un pasado complicado y doloroso.

La fiesta había terminado, pero las consecuencias de esta noche apenas comenzaban. Daniela miró a su alrededor, a los rostros conmocionados y confundidos de sus amigos, y supo que nada volvería a ser igual.

Mientras todos comenzaban a irse, Daniela se encontró dividida entre su preocupación por Milo, su enojo hacia Raian, y una creciente sensación de que había mucho más en juego de lo que jamás había imaginado.

La noche que debía ser de celebración se había convertido en el catalizador de cambios que ninguno de ellos estaba preparado para enfrentar. Y mientras Daniela cerraba la puerta detrás del último invitado, no pudo evitar preguntarse qué otras sorpresas le depararía el futuro.