4 | Heridas.

42 7 0
                                    

—¿Estás demente?

La pregunta de Killua era genuina, en su tono no se reflejaba ni una pizca de gracia o de vacilación. El adolescente había corrido hasta el hospital local después de recibir una llamada de Mito-san, la tía de su imprudente novio, quien le contó entre lágrimas que Gon había terminado hospitalizado debido a todas las heridas con las que acabó después de involucrarse en una pelea. ¡En una pelea! Killua estaba furioso, trató de regular sus emociones de camino al lugar, pero no pudo…

¡Y menos aún! Cuando, al apenas entrar al cuarto, mira a Gon; cubierto de vendas, con un yeso cubriendo su brazo derecho, con su rostro ardiendo en moretones y con uno de sus ojos hinchado y oscurecido. Y el muy idiota, le sonríe. Los ojos de Gon se iluminan, cómo siempre pasaba cuando Gon lo miraba. La sonrisa que esbozó fue deslumbrante… ¡Pero Killua no iba a caer en sus encantos!

—¡Killuaaa! ¡Qué bueno que estás aquí! —Gon se sentó en la camilla, girando su torso y estirando sus brazos en dirección al albino.

Killua ardía de rabia, pero jamás podría negarle un abrazo a su novio. Así que rodeó a Gon con sus brazos y enterró su rostro en el cuello del azabache, inhalando su aroma, reconociendo el olor característico de su sudor sudor.

Killua se sentó en la camilla, Gon no lo dejó ir muy lejos. Era cómo si el moreno no viera la situación en la que estaban, ¡Él estaba en el hospital! Mito-san le había dicho a Killua que tenía varias costillas rotas y su brazo se había raspado contra el concreto. ¡Alguien lo había lanzado en el concreto! ¡Y después lo había pateado hasta que Gon perdió la consciencia!

Killua no sabía si gritar, llorar, entrar en una crisis nerviosa o hacer todas las opciones a la vez. Estaba muerto de la preocupación, estaba muy enojado con Gon, y tenía ganas de asesinar a los idiotas que le habían hecho a su estúpido (¡Pero muy dulce!) novio.

—¿Qué pasó, Gon? —Killua se separó de Gon, las manos pálidas rodearon el rostro del moreno y los dos pares de ojos se encontraron—. ¿Por qué? ¿Qué demonios pasó?

—¿Eh? ¡No me mires así, Killua! ¡Estoy bien! —Gon se removió en su asiento, alzó sus dos pulgares y el tick nervioso en su ojo podría haber pasado desapercibido. Pero Killua lo notó, Gon estaba adolorido—, me peleé con unos idiotas después de salir de la escuela… ¡Pero hubo una buena razón, lo juro!

Killua lamentó haberse ido temprano. No tenía otra opción, de todas formas, su madre había mandado a Gotoh en una limusina a buscarlo para que no faltara a sus clases de música. Una estupidez en comparación a esto, podría haber evitado que Gon se metiera en problemas.

—¿Cómo puedes tratar de justificar esto? —Killua cuestionó, sus dedos pellizcaron una de las mejillas bronceadas, justo sobre un moretón. Gon chilló—, ¡Estás hecho un desastre!

—¡Ya sé, ya sé! ¡Pero esos idiotas estaban molestando a Zushi! —Gon exclamó, sosteniendo las manos de Killua con una delicadeza impresionante. Killua podría haberse sonrojado, pero se distrajo viendo las heridas notorias en los nudillos de su novio—. Lo estaban molestando, y Zushi estaba muy asustado para pelear… eran cuatro estudiantes de último año contra un estudiante de primero, ¡Sabes que no podía irme así cómo así!

—Sí, sé que Zushi es tu amigo pero… ¡No eres un justiciero, Gon! ¡Mira cómo has quedado! —Killua suspiró agotado—. ¡Hiciste llorar a Mito!

—Lo siento, lo siento… lo sé pero, me ganó el impulso. Además, les di una paliza —Gon se echó a reir, cómo si fuera gracioso. Killua no lo entendió, lo miró con incredulidad—. Estaré bien.

—¡Más te vale! —Killua gritó, con su ceño fruncido y sus ojos más cristalizados de lo que deberían. No quería llorar, pero la imagen de un Gon herido y abatido le causaba punzadas dolorosas en el pecho—, ¡Porque si no te mataré!

Para dejar en claro su punto, Killua le dio un golpe a Gon en el hombro. Causando que el azabache se encogiera de dolor mientras seguía riéndose, cómo el sádico maniático que era, Killua no estaba seguro de si Gon entendía el mensaje.

—Perdón, mi amor. No lo volveré a hacer, ¿De acuerdo? —Gon mantuvo su mirada dulce, con sus ojos miel contemplando a Killua con una ternura empalagosa—, no era mi intención preocuparte.

Gon, sin permiso alguno, volvió a atraer a Killua a sus brazos para rodearlo en un abrazo cálido. Era un poco incómodo debido al yeso en su brazo, pero de todas formas era acogedor, Killua se derritió sobre su novio incluso cuando sus instintos gritaban: ¡Matalo! ¿Cómo hacerlo? Mantenerse enojado con Gon parecía una tarea imposible, era incapaz de hacerlo si él era tan dulce.

—Estaba muy preocupado, Gon, y muy enojado —Killua murmuró—. Sigo enojado.

—Lo siento, Killua. Fue algo de una sola vez, lo recompensaré —Gon prometió, plantando un beso en la parte superior de la cabeza de Killua. El albino sintió un cosquilleo en su estómago, no pudo evitar dejarse llevar por la sensación—. Te amo.

—¡Yo también te amo! Por eso no quiero verte lastimado —Killua escondió su rostro en el cuello de Gon, sintió como otros besos eran presionados en distintos lugares entre su abundante cabellera—. Estás demente.

—Sí, posiblemente lo estoy.

—Pero me gustas así —Killua confesó.

Gon se rio, una risa escandalosa y genuina que resonó en las paredes de aquel cuarto de hospital. Fue un poco contagioso, mientras Killua se aferraba a Gon con más fuerza y dejaba un beso sobre ese moretón en su mejilla, se permitió sonreír un poco a pesar de todo.

𝑭𝒍𝒖𝒇𝒇𝒕𝒐𝒃𝒆𝒓 𝟐𝟎𝟐𝟒: "A Medias" | Gonkillu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora