8.-Summertime Sadness.

35 8 54
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Dedicado a weirdbichota

17 de octubre de 2012.



Con Pedro nos encontramos en sueños, lo que no podíamos decirnos o hacernos por la distancia, lo hacíamos cuando dormíamos. Esa noche, nos quedamos hablando hasta tarde y me había enviado un regalito por el día de la profesora en Chile: Unas galletitas gringas y un labial MAC.

--Me vas a malcriar, José Pedrito.-le dije riendo como niña.

--Es lo que te mereces, mi amor, serás la mejor profesora.

A veces dormíamos, con el Skype prendido, para sentir nuestras respiraciones, Fran se reía de nosotros, pero Lorenzo sonreía con un dejo de tristeza. Pedro antes que ser mi pololo es su amigo y sé que a él le cuenta como se siente, cuando le gana la ausencia. Nos besábamos por la pantalla, era triste escuchar el sonido de sus labios, tratando de alcanzar los míos y chocar con el frio vidrio del notebook. Llorábamos mucho también y cuando eso pasaba, Pedro prefería quedarse en Skype hasta que me durmiera, calmándome. Y esta noche no fue la excepción.

Soñé con él, pero no en esta era. Los colores en Technicolor inundaban todo, usaba un hermoso vestido de tela celeste, el cabello recogido en dos trenzas largas. Caminaba entre personas que vestían túnicas rojas, azules, amarillas, veía caballeros en armadura luchando en justas. Era una doncella medieval, claramente. Y al llegar a un campo grande, una mujer vestida de burdeo me tomaba el brazo y me colocaba una corona de flores, soltando mi pelo.

--Ven conmigo, serás la reina de mayo, el que gane el torneo, será tu rey.

Y me uní a un círculo de mujeres y caminamos tomadas de las manos en contra de las manecillas del reloj.

--Somos el suelo, somos el aire, somos brujas de aquí y de allá...-decían, en letanía eterna.

Y yo a lo lejos, oyendo el rechinar del hierro, sin saber quién sería mi rey. Pero, cuando habían repetido unas ochenta veces ese mantra interminable, la misma mujer me tomó y me llevó a un palco, dónde Pedro, vestido de caballero, con una hermosa armadura color plateada, se quitó su casco y me sonrío, llevaba barba y bigote, el cabello desordenado, muy distinto a cómo es ahora, más flaco y sin barba, el pelo más corto. Pedro me esperaba, con un caballo marrón con una estrella en su frente y tomando las riendas, me hizo una reverencia.

--Ella es la reina de mayo de esta cosecha, don Pedro.

Se veía guapisimo y me dieron deseos de quitarle el yelmo y el jubón, Pedro nuevamente me hizo una reverencia pequeña y me cogió en brazos, depositandome en la silla de montar. Subió al corcel y dio el inicio para cabalgar juntos. Nos sonreímos y me besó en la boca.

Summertime Lovers/ Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora