Capítulo 9: Revelaciones cruzadas

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Parte 1: Clara

Los días después del incidente en la calle han sido una vorágine de pensamientos y emociones que no logro entender del todo. La sensación de peligro sigue presente, pero de alguna manera, lo que más me inquieta es la figura de Alexander. Desde esa noche, algo ha cambiado. No solo en mí, sino en todo lo que nos rodea. Su presencia no es meramente física; se ha convertido en una constante en mi mente, como una sombra que me sigue a todas partes.

He pasado horas frente a mi pizarra, repasando cada detalle que tengo sobre su vida. Y, por alguna razón, ahora todo parece insuficiente. Antes, la información me proporcionaba una falsa sensación de control. Pero ahora... ahora quiero saber más, necesito entender lo que realmente está pasando entre nosotros. La obsesión que sentía por él era casi un juego, un rompecabezas que me esforzaba por armar. Pero después de lo que pasó esa noche, algo más profundo me inquieta. Me pregunto si realmente es él quien me sigue o si todo esto es producto de mis propias decisiones.

No puedo ignorar los indicios. Los pequeños detalles que he descubierto. Sé más de lo que debería sobre su negocio, sobre su vida personal, incluso sobre sus rutinas más insignificantes. Pero hay algo en su mirada, en la forma en que me rescató, que me hace pensar que él también sabe más sobre mí de lo que está dispuesto a admitir.

Esta mañana, revisando sus movimientos en línea, descubrí algo inquietante. Una transacción reciente, aparentemente inocente, pero que, al seguir la pista, me llevó a un nombre: un alias bajo el que Alexander ha operado por años en el bajo mundo. Un nombre que conecta con varios movimientos financieros sospechosos, tráfico de influencias y... algo más. Algo peligroso.

La verdad me golpea con fuerza. Alexander no es solo un empresario con secretos oscuros. Es alguien mucho más peligroso de lo que había imaginado. Pero lo que más me sorprende no es la magnitud de su poder. Es que, a pesar de descubrir todo esto, en lugar de sentir miedo, me siento... atraída. Más de lo que jamás había estado.

No puedo evitarlo. Cada vez que lo pienso, cada vez que recuerdo cómo me miró aquella noche, siento que estamos ligados de una manera que va más allá de la obsesión. Algo más grande, más complejo, que no puedo controlar ni entender del todo.

Parte 2: Alexander

Desde el momento en que la vi aquella noche, supe que este juego estaba a punto de cambiar. Clara no es como las demás. Su persistencia, su curiosidad incesante, me recuerdan demasiado a mí mismo. Y es precisamente eso lo que me preocupa. Su capacidad de llegar tan lejos, de acercarse tanto a la verdad, es peligrosa. No solo para ella, sino también para mí.

Dijiste:

He seguido cada uno de sus movimientos durante semanas. Lo que comenzó como una simple curiosidad, una distracción en medio de mis negocios, se ha convertido en algo mucho más serio. Y ahora, estoy enfrentando las consecuencias. Sé que Clara ha descubierto más de lo que debería. Ha empezado a atar cabos que la acercan a mi verdadera identidad, a la parte de mi vida que he ocultado durante tanto tiempo.

Mi red de contactos me informó esta mañana de una búsqueda en particular que realizó. Un alias. Mi alias. No puedo permitirme dejar que se acerque más. Y sin embargo, la idea de detenerla me resulta insoportable. Ella no es como los demás. Hay algo en su determinación, en la forma en que se mueve, que despierta en mí un deseo profundo. No solo de protegerla, sino de mantenerla cerca, de seguir este juego hasta el final.

Hace poco, decidí investigar más sobre ella. Su vida, sus miedos, sus deseos. Lo que descubrí fue... inesperado. No es solo una simple empleada de cafetería. Hay un trasfondo que había ignorado, algo oscuro y complejo. Su obsesión por mí es peligrosa, pero también lo es su pasado. Cada pieza del rompecabezas que ella representa me lleva más lejos de lo que anticipaba. Y lo peor de todo es que no quiero dejar de armarlo.

Esta tarde, cuando Clara y yo nos cruzamos en la calle, noté la tensión en su rostro. Me miró de una manera diferente, como si empezara a comprender quién soy en realidad. Pero lo que más me sorprendió fue darme cuenta de que yo también la observaba de una manera distinta. No es solo una pieza más en este juego de poder. Es una parte de mí.

Y, aunque sé que seguir adelante podría destruirnos a ambos, algo dentro de mí me empuja a continuar. A dejar que las revelaciones nos guíen a un destino que ninguno de los dos puede prever.



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