— Perdóname, por favor, te amo — Gritaba cada noche entre llantos a los pies de su amor.
— ¿Qué tengo que hacer para que me perdones? Haré lo que sea para que me digas algo —
Siempre era el mismo sufrimiento, pero tras tres meses rogando al cuerpo muerto y putrefacto de la persona que había amado se dio cuenta de que realmente aquella relación se había terminado.
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Lo Que Solo Contamos En La Oscuridad
HorrorMiles de Historias tienen un final feliz, pero otras en rincones mucho más oscuros donde nadie quiere mirar, siempre hay escondidas cientos de ellas que esperan al lector adecuado que desee adentrarse en cada una de sus palabras para descubrir todo...