He conocido al amor de mi vida por fin, esa chica a la que todos deseamos, la conocí esta mañana es hija de un gran empresario, joven con una piel de un blanco marmolado, sus labios palidecen ante la belleza de sus claros ojos y penetrante mirada, su cabello parecía peinado por la misma Afrodita, dejando paso a la belleza de su cuerpo.
Su pecho es pequeño y tiene una gran cicatriz, pero a mi no me importa eso, todos tenemos marcas de nuestro pasado y aún así con ella, me parece una figura de deseo increíble. Es algo más bajita que yo. La primera vez que la vi su padre me prohibió hacerlo de nuevo, decía que era un tipo demasiado raro para su hija, pero ambos nos queríamos, yo sé que ella me ama. Siempre leía mis cartas, aunque no respondía ninguna, sabía que esperaría el momento adecuado para contestar, gritaba de emoción, aunque la ocultaba frente a su padre con un gesto de horror cuando dejaba regalos al colarme por su balcón, algo que al poco tiempo cerraron del todo.
Lo mejor de todo, lo que sabía que realmente iba a pasar, es que ella llegaría a mi, lo tenía claro y hoy por fin vamos a estar juntos para siempre. Anoche me llamó, yo la escuché sabía con los ojos cerrados que mi amada, me suplicaba que entrara con ella a su cuarto, que le hiciera el amor toda la noche, pero había demasiada gente para ir a su encuentro, por eso sabía que vendría ya que en nuestra última cita, en ese instante a solas que estuvimos, enterré en su pecho, la daga de nuestro amor infinito e incondicional.
Ahora sé que me quiere pues a venido a mi, podría haber ido a cualquier otro lado, pero eligió esta misma morgue para venir y esta noche huiremos juntos, tomaré el coche fúnebre, meteré su cuerpo en el ataúd para que nadie sospeche y juntos viviremos una eterna historia de amor.
Shhh! Lo sé mi amor no llores, es difícil comprender nuestra historia que echarás de menos a tus padres pero ambos nos amamos y ellos, nunca entenderán nuestro amor.
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Lo Que Solo Contamos En La Oscuridad
HorrorMiles de Historias tienen un final feliz, pero otras en rincones mucho más oscuros donde nadie quiere mirar, siempre hay escondidas cientos de ellas que esperan al lector adecuado que desee adentrarse en cada una de sus palabras para descubrir todo...