Parte 12

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Al salir de la consulta se dirigieron al centro comercial para comprar ropita para el bebé y algunas cosas más, así como algún que otro antojo para Beomgyu que el pelinegro ya se sabía bien de memoria. Al terminar de hacer las compras fueron a dar un paseo por el parque y al ver que estaba oscureciendo regresaron a la casa.

Beomgyu y Yeonjun estaban viendo una película en la sala, el rubio estaba acurrucado con el pelinegro mientras degustaba de sus extraños antojos tal como palomitas bañadas en jugo de pepinillos y mostaza.

Estaban perdidos en la película cuando el celular del pelinegro comenzó a sonar. Este se levantó con cuidado del sofá y se dirigió a la cocina lo más rápido que pudo para contestar. Beomgyu se sentó mejor en el sillón cayendo en cuenta que estaba acostado casi encima de Yeonjun, sintió un calor atacar sus mejillas pero la voz de Yeonjun lo hizo volver de nuevo a la tierra.

—Sí, pude verlo, por fin vi a nuestro pequeño. —escuchó al pelinegro muy animado en la cocina y sonrió.

—Nuestro. —murmuró tocando su vientre.

—Sí, será un niño hermoso y muy feliz ya lo verás. —siguió escuchando la voz del pelinegro. —Mmm.. Estaba pensando algo como Jake o Eunwoo. —escuchó y Beomgyu rió, no estaba nada mal. —Claro, nos vemos pronto cariño. También te amo.

Entonces esas palabras bastaron para devolverlo a la realidad. ¿Pero qué estaba pensando?

Desde que escuchó “nuestro bebé” en el hospital se había olvidado por completo de la cruda verdad que lo envolvía, estaba tan ensimismado en su burbuja que olvidó por completo la realidad en la que vivía, Yeonjun estaba casado y cuando dijo “nuestro” no se refería a él, si no a Yunjin.

Cuando el pelinegro regresó a la sala aún tenía una gran sonrisa en su rostro. Beomgyu se levantó del sofá diciéndole que iría a dormir pues se sentía muy cansado.

Al llegar a su habitación y después de una larga ducha finalmente se acostó en su cama. Comenzó a acariciar su vientre con lágrimas en los ojos.

—Perdóname cosita, perdón por la decisión que he tomado. —dijo antes de quedarse dormido profundamente.

[...]

El tiempo estaba pasando rápido para Beomgyu quien justo se estaba alistando pues hoy cumplía 5 meses de embarazo. En todo el mes que pasó evitó lo más que pudo a Yeonjun el cual se miraba algo desconcertado debido a la actitud del rubio. Yunjin llegaría ese día, había pedido unos días ya que su viaje se seguía postergando pero no quería perderse otra vez la oportunidad de ver a su bebé.

Beomgyu estaba esperando tranquilamente a Yeonjun quien había ido por Yunjin a la estación y después pasaría por él para ir todos al hospital.

Después de 30 minutos los tres ya se encontraban en el consultorio esperando a que la sala de ultrasonidos se desocupara para que finalmente los 3 pudieran entrar a ver a su pequeño. Cuando finalmente entraron a la sala de ultrasonidos, Beomgyu se acostó y subió su playera mientras el doctor paseaba el aparato por todo su vientre hasta que captó la imágen del bebé.

—Oh por Dios, Yeonjun. —susurró Yunjin al borde de las lágrimas mientras se acercaba a la gran pantalla del monitor. —Es.... nuestro bebé.

—Sí, amor. —dijo Yeonjun abrazándola por detrás. Yunjin se volteó y ambos se besaron con mucha alegría.

Beomgyu sonrió con tristeza al ver la escena, todo estaba tan bien y mal a la vez. Sólo tenía una cosa en claro, debía alejarse de los Choi cuanto antes.

No quería arruinar la relación de ambos con su estúpido enamoramiento y tampoco podía perder los trámites de adopción, pues si Yunjin o Yeonjun cancelaban el trámite no sabría qué hacer con el pequeño y no podía arriesgarse.

Lo único que le quedaba era poner un poco más de distancia entre ellos, lo cual sería difícil puesto que vivían juntos.

Y es que por más que evitaba a toda costa sus sentimientos no podía, cuando miraba a Yeonjun y Yunjin darse pruebas de amor le dolía, le dolía mucho y no sabía cuánto tiempo más iba a soportar antes del colapso.

Pasaron los días y la pareja pasaba junta el mayor tiempo posible antes de que Yunjin tuviera que volver a California. Otra de las cosas que le quitaban el sueño a Beomgyu por la noche eran los viajes de Yunjin, los cuales ella juraba que en cuanto naciera el bebé los dejaría, Beomgyu no sabía si creerle o no pues le había dicho eso ya tantas veces sin embargo todo seguía igual.

Bajó a la cocina para desayunar algo antes de irse a la universidad pero al entrar miró a Yeonjun y Yunjin abrazándose y besándose, se sonrojó al recordar la vez que los había encontrado en la cocina semi desnudos. Sintió el pinchazo en su corazón, como siempre lo hacía, ya hasta se estaba acostumbrando a ese dolor, vivía en su pecho la mitad del tiempo y si no fuera porque reconocía sus sentimientos por el pelinegro pensaría que estaba a punto de sufrir un ataque al corazón.

—Beomgyu. —escuchó que lo llamaban, quizá debió ser más rápido y salir de la cocina en cuanto los vio, pero sin ser siquiera consciente se quedó parado viéndolos como si fuera un pervertido.

—Buenos días Beomgyu. —le dijo Yunjin limpiando restos de su labial rojo alrededor de la boca de Yeonjun.

—Buenos días, perdón por interrumpirlos.

—No te preocupes cariño, ¿Vas a desayunar?

—No yo.. Debo ir a la universidad y ya es tarde así que...

—No te puedes ir sin desayunar Beomgyu. —le dijo el pelinegro. —Come algo y yo te llevo.

—Es que no tengo hambre.

—Está bien. —dijo Yunjin dándole una manzana al rubio. —Cómela en el camino. —le sonrió.

Beomgyu la tomó asintiendo y salió junto al pelinegro quien se había ofrecido a llevarlo.

El camino era silencioso, ninguno de los dos sabía qué decir. Beomgyu iba perdido en sus pensamientos tratando de controlar los latidos de su corazón por tener al pelinegro tan cerca después de semanas de distanciamiento; por su lado Yeonjun estaba preocupado debido al cambio de actitud el rubio estos últimos días.

Beomgyu sacó su celular observando el mensaje que su amigo le había recién mandado donde le decía que lo esperaba en la cafetería para desayunar, sonrió y le contestó con un “ok”. Yeonjun lo miraba de soslayo y sintió un poco de curiosidad por saber con quién hablaba el rubio y por qué se miraba tan feliz, entonces recordó la vez que entró a la habitación de este y lo escuchó hablar por teléfono con alguien y decirle “Te amo”.

¿Será que Beomgyu tiene novio? se preguntó.

Abrió sus ojos en demasía pensando, ¿Y si el cambio de actitud del rubio se debía a que ya tenía pareja y quería cancelar la adopción?

No, no, no eso no puede ser, tenía que hacer algo para evitar que aquello pasara pero, ¿Qué haría?

❝pregnant❞ yeongyu. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora