Capitulo 0

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"Volvere."
El paisaje a nuestro alrededor era un borrón de destrucción, vestigios de la batalla que habíamos librado. —Duxo...— susurré al ver tu silueta acercarse lentamente hacia mí. Sentí un escalofrío recorrer mi piel; mi corazón se negaba a aceptar lo que mis ojos veían. Este... no podías ser tú.

Con un suspiro doloroso, activé de nuevo el hechizo, retrocediendo en el tiempo hasta el inicio. El cielo despejado y el paisaje colorido me recibieron, como si la aventura estuviera destinada a empezar una vez más.

Pero mi cuerpo, lastimado y agotado por la batalla, no podía engañar al tiempo. Sentí una punzada en el pecho y la tos me sobrevino, escupiendo sangre que oculté rápidamente bajo mi mascarilla. No podía dejar que lo supieras, no podías ver mi fragilidad. —Aquino...— oí tu voz a lo lejos, llena de preocupación. Cuando tus ojos lilas se encontraron con los míos, la preocupación que vi en ellos me desarmó.

—Estoy bien—, mentí con una sonrisa forzada, —no te preocupes, volvamos a nuestra aventura—. Te alejé de mi dolor, de mis heridas, deseando protegerte de mi verdad.

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¿Cuántos intentos llevo ya? Había perdido la cuenta. Cada vez que volvía al inicio, Duxo y yo nos encontrábamos en este mundo lleno de aventuras y misterios. Yo, un hechicero, acompañado de mi caballero más fiel. A lo largo de nuestro viaje, algo más que amistad había comenzado a florecer entre nosotros, y pensé que todo iría bien. Pero ese fatídico día llegó...

Nos aventuramos al End para enfrentarnos a la dragona. La batalla fue perfecta, nuestros corazones latiendo al unísono mientras nos apoyábamos mutuamente, confiando el uno en el otro. La victoria parecía asegurada, y soñé con celebrarla a tu lado. Sin embargo, cuando entré en el portal, no volví a ti. Fui arrastrado a una dimensión oscura y vacía, donde la soledad me carcomía y el recuerdo de tu rostro ardía en mi pecho. Hice todo lo posible por regresar a ti, sin saber qué te había sucedido, solo con el deseo de volver a tu lado.

Cuando finalmente logré escapar de esa prisión, nuestro mundo estaba irreconocible. El tiempo en esa dimensión no seguía las mismas reglas. Lo que para mí habían sido horas, aquí habían pasado días. Mi corazón latía con esperanza de verte de nuevo, pero la inquietud y el silencio que me recibieron me llenaron de una profunda preocupación.

Una luz cegadora irrumpió ante mí. —No...— murmuré con el corazón apretado. Sabía lo que significaba. Alguien estaba destruyendo las reglas del multiverso. Corrí hacia esa luz y te encontré... Duxo. Poseído por una oscuridad que nunca antes había visto en ti, eras el responsable de aquel caos. Traté de razonar contigo, pero cegado por tu deseo de crear un mundo sin dolor, no podías escucharme. No tuve otra opción que luchar. Y en un último intento desesperado, lancé un hechizo para retroceder el tiempo, iniciando todo de nuevo.

Lo siento, Duxo. Lo siento por haberte dejado solo, cargando con un dolor tan profundo. Pero te prometo que seré yo quien construya ese mundo sin sufrimiento que tanto anhelas. Aunque, en cada intento, la oscuridad te consume más y más. Cada línea temporal es peor que la anterior, cada vez te pierdo un poco más.

Pero no me rendiré. Te salvaré de esa oscuridad, incluso si mis manos están llenas de heridas y mi mente se cansa de este ciclo interminable. Sé que, en algún momento, encontraremos la línea perfecta. Y cuando lo hagamos, Duxo, seremos felices, juntos, como siempre lo deseamos.

Tu corazón será sanado, tu alma será limpia tal como siempre fue. Duxo.. yo te amo.

Realidad Rota [Duxino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora