Años atrás
El clan Jeon. Conocida pandilla de matones que se especializan en esos trabajos sucios que la personas adineradas son incapaces de realizar por cuenta propia.
No era molesto, el mundo siempre ha funcionado de esa manera.
A sus veintidós años Jeon había heredado la pandilla, que en algún momento fue liderada por su tío, el hombre que lo había criado y enseñado las banalidades del mundo que lo rodeaba.
Su muerte fue natural, vivió y murió siendo un hombre respetable y temido por la sociedad. Jeon esperaba ser siquiera la mínima parte de lo que algún día su tío fue.
Teniendo la experiencia de lo aprendido toda su vida, se hizo cargo de doce sicarios y dos bares que por herencia correspondían a el, nadie le dijo que seria un trabajo fácil, pero crecer con un asesino tenía sus ventajas.
Se convirtió en el mejor asesino de Seoul.
En su tercera misión a los veinticuatro años, un hombre llamado Park Shin hee deudor de más de cinco meses, había decido traicionar a su gente, delatando a uno de sus chicos llevándolo a una muerte realmente espantosa.
Debía tomar venganza.
Convertido en un saco de furia emprendió un viaje a la ciudad de Busán en busca de su presa, con la mentalidad enfrascada en la muerte espantosa que le haría, miles de torturas pasaban por su mente, unas peores que otras y una sonrisa macabra se dibujo en sus labios.
La mejor parte de asesinar a alguien, es cuando lo torturas y haces que se arrepienta de haberse metido contigo.
Las palabras de su tío seguían en su mente tan presentes como el día que fueron pronunciadas por el mismo.
Ese día después de una ronda de vigilancia alrededor de la vivienda y un monitoreo perfecto, la venganza tendría lugar en la misma. A media noche cuando las luces fueron apagadas por una feliz pareja que entre besos y coqueteos rondaban por el lugar, una sonrisa adorno su rostro conforme caminaba elegantemente hacia la vivienda familiar.
Era sencillo, la vida de un hombre suyo valía la muerte de una familia entera, no tenia remordimiento ni siquiera por el pequeño de doce años que habitaba en el lugar.
La peor tortura que le puedes hacer a un padre de familia, es asesinar a la misma frente a sus ojos por su culpa.
Con ese pensamiento Jeon Jungkook dio señales a sus hombres, cuando sus dedos chasquearon la puerta fue derribada, sus hombres armados y cubiertos entraron al lugar. A ese punto el hombre que buscaban seguramente ya los había escuchado, entonces no podían darse el lujo de hacerlo esperar por su muerte.
– Traiganlos a todos, incluso al niño.- Ordenó mientras esperaba atentamente en medio de la gran sala.
Fue cuestión de segundos para que los gritos se hicieran presentes y frente a el las figuras de tres seres humanos arrodillados. El tercero siendo una silueta mas pequeña y curiosa, abrió sus ojos mirando al hombre frente a el, con un conejo de peluche en sus brazos y pequeños labios abultados, hipnotizó a Jeon.
Se veía angelical e inocente, absorto de lo que sucedía a su alrededor, incluso de los gritos de su madre y padre, quienes eran amarrados con cuerdas. El pequeño sonrió y estiro su conejo al hombre alto frente a el.
Jimin cautivó a Jungkook aun y cuando era un dulce y tierno niño.
– Saquenlo de aquí, llevenlo con Hye.- Los hombres asintieron y tomaron al niño en sus brazos, sacándolo del lugar.
El no lo sabía,simplemente no pudo asesinar al pequeño, parecía un niño irreal sacado de un cuento de hadas.
Le recordó a su hermano menor.
– Cuánto tiempo Park, para ser sinceros creí que no volvería a verte.- El hombre negaba con lágrimas en sus ojos, mientras que la tela que cubría su boca no le permitía soltar mas que quejidos molestos.- Admito que has escapado por un largo tiempo, no te sientas importante, realmente he estado ocupado ¡Pero ya estoy aquí! ¡¿Estas feliz de verme?!
Los quejidos llenaban sus canales auditivos, haciendolo sonreír por la desesperación de sus víctimas.
– Tienes un hijo muy lindo, creo que mi tía estará encantada con su compañía, últimamente se siente muy sola, un niño será perfecto para ella, gracias.- La risa de los hombres a su alrededor causaron un fuerte grito de la mujer, llamando la atención de Jeon.- ¡Pero si es una belleza! ¿No lo creen muchachos? Lastima que no tenga suficiente tiempo para disfrutar de ti, dulzura.- Acaricio el mentón de la mujer haciendo que esta llorara y negara.- Bien, ¡Que empiece la fiesta! ¿Por donde empezamos? ¿Manos o pies? ¡Ya se! Harnold ¿Por que no haces una de tus obras de arte con la señora Park frente a su esposo? es un espectáculo digno de admirar se lo aseguro.
El hombre sonrió y con sus manos enguantadas tomo uno de los bisturí en su poder.
Si, Jeon era una hombre macabro.
Hola de nuevo👩🏼
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Ninfomanía [KM]
FanfictionEl mal tiene ojos, grades y redondos, un cuerpo atlético y un metro ochenta de altura. Jeon Jungkook con los años ha ganado una fortuna, como también enemigos que buscan ocupar su lugar o eliminarlo definitivamente del camino. Pero lo mas importante...