Sigue mirándome, todo a nuestro alrededor se paraliza en torno a nosotros.
De un momento a otro es como si todo hubiera desaparecido y solo estuviéramos el y yo.
Todos los momentos vividos a su lado pasan por mi mente, nuestra primera vez, nuestro primer beso, el primer "Te amo" y todo me lleva a una pregunta.
– ¿Por qué?- Consigo decir muy a penas, pero el me ha escuchado y sigue mirándome con esos ojos empapados en miedo.- ¿Por qué hiciste algo así? ¿Por qué nunca me lo dijiste? ¡¿Por qué?!
Silencio...
Eso es lo que recibo a cambio, sigo llorando, sigo sintiendo que soy traicionado, sigo queriendo gritarle mil cosas y luego alejarme de el para siempre.
– Confíe en ti...
– Bebé...
– ¿Es todo lo que dirás? ¡No soy un puto bebé! ¡Soy un maldito huérfano por tu culpa!
Y mi grito deja a todos paralizados, porque se que todos los sabían, claro que lo sabían.
– Cálmate, ven hablemos.- estira su manos temblorosa hacia mi, ¿Realmente quiero tomar su mano ahora o escuchar lo que tenga que decir?
No.
No.
No.
– ¿Por qué?- Vuelvo a preguntar bajando lentamente los escalones.- ¿Por qué de esa manera tan... Horrorosa?
– Hay muchas cosas que debemos hablar, necesito que te calmes y vengas conmigo, vamos cariño.
Tiene miedo.
Su voz tiembla, su manos también y me mira como si temiera de mi.
– ¿Fue por la patética deuda?
– ¡Joder no!
– ¿Por la supuesta traición?
Su mirada vacila, su respiración es pesada.
– Si, fue por eso.
Asiento, limpio mis lágrimas y trato de respirar con calma, no soy consciente de mis acciones o mis pensamientos impulsivos.
Lo único que quiero es quitarme la culpa de estar con el hombre que los mató, estoy siendo igual o incluso más traidor de lo que ellos fueron, estoy siendo una escoria y merezco vivir castigado toda mi vida.
Levanto el arma apuntandolo y sus ojos se abren, rápidamente soy apuntado por todos sus hombres y eso no me intimida.
Ha acabado conmigo y mi familia.
– ¡Bajen las putas armas! ¡Que nadie se atreva a levantar siquiera un dedo hacia el! - ordena y luego me mira- Vamos bebé, baja eso.
– Todos estos años, merecia saberlo, ¡Merecia que me lo dijeras! me has traicionado de la peor manera, me ocultaste algo de gran magnitud ¿para qué? crei que esto tenia valor para tí.
– No sabes lo que dices, eres lo mas importante en mi vida, cielo baja el arma.
– Hazte a un lado, saldre.
– No, no asi, ¡Tenemos que hablar! por favor amor baja el arma ¿si? te lo pido.
Sus ojos consumen los mios, es una llama arrasadora que calienta todos mis sentidos, el hombre que tanto amo, el hombre que me ha hecho tan feliz.
Sin embargo, incluso cuando ellos no eran padres presentes eran mis papás y duele.
Veo a uno de sus hombres levantar su arma lentamente hacia mi, nadie lo ha visto y se que solo lo está cuidando a el, pero...
Todo pasa tan rápido que cuando el disparo sale del arma que tengo en mis manos y el hombre cae, suelto el arma y miro perplejo la escena.
¿Lo maté?
– Jimin ¡¿Qué has hecho?!
Los brazos de Hoseok me envuelven, estoy en shock, ha sido un acto impulsivo y he herido a un hombre inocente que solo cumplía con su deber.
Cuidar a su jefe
Lo veo tomar el pulso del hombre, esta preocupado y luego se levanta hacía mi.
– Llama una ambulancia Hoseok.- Toma mi brazo con fuerza y me arrastra con el, pero mis ojos siguen buscando el cuerpo de aquel hombre herido por mi culpa y siento un nudo en mi estómago.
Las imágenes de papá lleno de agujeros, las imágenes de mamá completamente desfigurada llegan a mi e intento soltarme de su agarre, no quiero estar a su lado ahora, no quiero verlo ni hablarle, sinceramente no se que haré desde ahora en adelante.
Entramos a nuestra habitación, el lugar jamas se había sentido tan frío, tan vacío...
Me suelta y se pone frente a la puerta bloqueando mi paso, su cabeza cae en la madera dura de la misma y me mira con ojos brillosos a punto de llorar.
– Necesitamos hablar.
– Vete a la mierda.- Veo la sorpresa en sus ojos y me doy la vuelta para no tener que verlo, no importa cuanto llore o si está arrepentido, hay cosas que no puedo perdonar y que haya ocultado algo así no tiene perdon.
– Jimin acabas de herir a alguien, me preocupaste creí que alguien te había lastimado y corri hacia aca sin importar nadie mas que tú.
– ¡Tu me lastimaste Jeon!
Y cuando lo encaro veo sus lágrimas deslizarse por sus mejillas mientras me mira fijamente.
– Perdoname bebé.
Jamas creí que aquellas palabras me causaran tanto dolor, un sollozo salio de mis labios, dando paso a un llanto desgarrador que agotó mis energías.
Su mirada me persigue, todo a mi alrededor pesa toneladas sobre mis hombros, sus palabras están mi mente , resuenan una y otra vez.
He perdido la cuenta de cuantas veces lo oí decir lo mismo mientras yo "Dormía"
El se disculpaba por esto.
Siempre fue por esto.
Su silueta se vuelve borrosa por el cúmulo de lágrimas en mis ojos, pero lo escucho sollozar mientras rompo todo a mi alrededor, tratando de canalizar mi ira, mi tristeza y mi dolor.
Ni siquiera el ruido de los hombres en la planta baja o esa sirena de ambulancia neutralizan mi llanto y sus sollozos, no se mueve de la puerta.
Cree que puedo irme en cualquier momento, pero ni siquiera puedo arrastrar mis pies a otro lugar que no sea la cama.
Nuestra cama.
Y ahí, en esas sabanas donde instantes atras habiamos hecho el amor, donde nos habiamos entregado nuevamente. Ahí me desplomo y me dejo consumir por el cansancio que el llanto me trajo.
Quisiera que esa oscuridad me consumiera para siempre.
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Ninfomanía [KM]
FanficEl mal tiene ojos, grades y redondos, un cuerpo atlético y un metro ochenta de altura. Jeon Jungkook con los años ha ganado una fortuna, como también enemigos que buscan ocupar su lugar o eliminarlo definitivamente del camino. Pero lo mas importante...