Ninfomanía [KM]

011

Jimin.

Me cuesta respirar, sigo mirando las fotos frente a mi y las nauseas vuelven mil veces más fuertes.

¿Cuando? ¿Cómo? ¿En que maldito momento sucedió?

Se que estoy sumergido en una puta burbuja, custodiado por hombres armados, encerrado en una jaula de concreto a la que debería considera mi hogar, pero no lo es.

No cuando paso la mayoria del tiempo solo aquí, los empleados a penas aparecen en mi campo de visión, se concentran en mantener todo limpio y la comida lista para luego seguir escondidos de mi.

Porque me tiene miedo y piensan que soy como Jeon.

Tomó las fotos en mis manos y trato de respirar,  llorar me lo dificulta pero necesito hacerlo, necesito llorar antes de enfrentarlo, porque no quiero mostrarle que me ha lastimado y que estoy vuelto mierda por su maldita culpa.

Se lo normal que es esto en su mundo, es tan normal que incluso la tía Hye lo vivió con su marido.

¿Así quiere que sea su esposo? ¿Con su boca llena de mentiras planea pedirme matrimonio? Es un cabron.

La puerta es cerrada, puedo escuchar como ordena a diestra y siniestra, puedo escuchar incluso que saca el abrigo de su cuerpo y lo deja tirado, imagino que esta enrollando sus mangas hasta sus codos y sus zapatos perfectamente pulidos suenan incluso en la alfombra mientras sube por las escaleras buscándome.

– ¡Amor llegué!- Pero por supuesto que lo sé

Entonces lo veo abrir la puerta y su apariencia pulcra, costosa e imponente llena mi campo de visión. Pero al verme...

– ¿Qué sucede? ¿Estás bien? ¿Te paso algo?.- Se acerca y empieza a revisar mi rostro, limpiando mis pestañas húmedas y detallandome de cerca. No puedo más.

Empujó las fotos a su pecho haciendo un fuerte ruido cuando estás impactan con el mismo.

Se queda perplejo, toma las fotos y se endereza, sus manos grandes y venosas tiemblan cuando ve las imágenes frente a el, luego posa su mirada en mi y niega lentamente.

– Ni lo pienses.

– ¡Eres una mierda!

– Jimin.

– ¡No! Cállate por amor a Dios, ¿Qué mierda es eso Jeon? ¡¿Quién es?! Estás muerto, ¡Voy a matarte maldito traidor!

– ¡Cálmate por amor a Dios! Esto está saliéndose de tus manos, solo cálmate bebé.

– ¿Bebé? Bebé ni mierda Jeon.- Me levantó empujandolo para salir de la habitación llena de su varonil y fuerte olor, porque es demasiado abrumador.

– Park Jimin para.

– Como si pudieras decirme que hacer ¡No eres mi marido Jeon!

Y cuando empiezo a bajar los escalones, toma mi cuerpo y me mantiene quieto bajo su tacto. Es tan alto que tengo que levantar mi cabeza, es tan grande que me cubre por completo, es tan imponente que me mantiene hipnotizado solo con mirarme fijamente.