Capitulo 7: Paseo

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A la mañana siguiente, Ian se encontraba mucho mejor que ayer. Finalmente descansó después de lo que ocurrió con Fede.
Parecía como si Félix fuera un reemplazo de pastillas para dormir.
Gracias a él durmió muy cómodamente con solo el simple hecho de platicar por la noche.
Ian estaba confundido; después de una semana llorando y sin poder dormir finalmente estaba en paz gracias a alguien que no veía hace años. Aún así, estaba agradecido con él de alguna forma, y con su hermano Teo por darle su número a Félix.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina con hambre para prepararse un desayuno sencillo. Se encontró con su hermano Teo tomando un vaso con agua pensativo.

— Buenos días, Tei – Saludó Ian parándose a un lado de él.

— Buenos días, ¿te encontrás mejor? – Preguntó.

— Si, mucho mejor

— Parece ser que Félix alegró tu día y noche ayer.

— Jaja, que gracioso. Pero si, estoy más tranquilo gracias a él.

— Apenas pasas una semana sin Fede y ya encontraste su reemplazo.

— Sos un tarado – Pero parecía ser cierto. Había algo en él que le recordaba mucho a Fede. Talvez sintió que estaba con él y por eso durmió tranquilamente.
Ian empezó a prepararse un cereal con leche.

Teo se quedó callado por un rato y el ambiente se puso tenso.

— ¿Ocurrió algo en CDMX? ¿Algo que involucre a Fede? – Parecía ser que alguien más aparte de Iván se había dado cuenta de lo ocurrido — No se que haya pasado, así que podés decirme cualquier cosa, no importa que sea, voy a estar siempre de tu lado. Tengo alguna idea de lo que pasó, pero quisiera que vos me lo contases. Podés responder con honestidad, ¿te gusta Fede? – Preguntó Teo.

Ian se puso nervioso, pero no podía inventar ninguna excusa. No quería hablar de eso, así que se dispuso a comer su cereal en silencio sin contestar.
Al terminar salió de la cocina no sin artes sonreírle amargamente a Teo como respuesta a su pregunta.

Repentinamente recibió un mensaje de Félix.

- Holaaaaa
- Buenos días ☀️ ☀️
- Amaneciste bien? ☺️☺️

- Buenos días Félix
- Si
- Y vos?

- Me alegro 😄
- De maravilla 😁

- Que bien

- Oye
- Tenés algo que hacer
hoy en la tarde?? 😺

- No. Voy a estar todo
el día en casa

- Encerio??? 😃😃😃
- Entonces
- Te gustaría ir a
pasear conmigo? 🙈🙈🤗

- Claro. Será divertido estar
con vos después de tanto
tiempo sin vernos

- Siii 😄😄🤗🤗
- Me alegro mucho que
hayas aceptado 😊
- Verás que nos vamos a
divertir mucho ☺️☺️

- De eso no tengo duda
- Siempre me divierto si
estoy vos

- 😁😚

Horas más tarde tocaron a la puerta e Ian bajó a ver sabiendo que sería Félix quien estaría detrás de la puerta.
— Hola – Por alguna razón Ian se encontraba tímido.

— Hola Ian, ¿listo para irnos? – Sonrió Félix de oreja a oreja.

— Si – No había nadie en casa, así que no había nadie de quien despedirse.

Ambos comenzaron a caminar sin un objetivo a la mira, simplemente veían, y si encontraban algo interesante, hacían una parada y platicaban.

— ¿Recuerdas aquello vez que nos perdimos en una excursión escolar? – Rió Félix — Vos no me soltaste en ningún momento y recuerdo que estabas llorando del miedo.

— ¿Por qué tenías que mencionar un recuerdo tan vergonzoso? – Comentó Félix — Además, si no mal lo recuerdo, fuiste vos el de la idea de separarnos del grupo – Miró amenazadoramente

— Eso fué porque había visto una flor muy bonita y te la quería regalar — Félix volteó la cabeza en sentido contrario para que Ian no viese su rostro.

Ian se emocionó y no pudo evitar sonrojarse.
— Por cierto, ¿por qué has visitado mi casa en estos dos años?

— Mmm. Porque quería verte. Un vecino me dijo dónde vivías, así que estuve yendo con la esperanza de verte – Ian no se imaginaba una respuesta así — En realidad... Vos me gustas desde niños... No quiero incomodarte, solo quiero que pienses en mí... – Félix estuvo mirando a Ian a los ojos durante un largo tiempo, sin poder ocultar sus mejillas sonrojadas.

Ian no sabía cómo reaccionar, nunca se había puesto a pensar en Félix como algo más que un amigo, aunque tampoco le desagradaba la idea, pues ambos se conocían lo suficiente del otro para empezar a salir.
— L-lo pensaré – Sonrió Ian tomando a Félix de la mano.

A Félix le agradó su respuesta y sus ojos brillaron de la emoción — ¿Te gustaría un helado?
Ian asintió.

Fede estaba molesto de los celos.
Miraba a lo lejos con una furia que sería capaz de matar al extraño que tomaba de la mano a Ian.
Había viajado a Argentina con el objetivo de disculparse y por fin darle una respuesta a Ian, pero no sé atrevió a acercarse cuando lo vió felizmente con aquel. Aun así no se iba a rendir.
No tan fácilmente.

Tomó de vuelta su maleta y se dirigió a la casa de Ian.

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Continuará...
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Amor incondicional (Fedian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora