『Completa』
En el mundo de la musica, donde los sueños y las pasiones se entrelazan SunHi conoce a YoonGi. Ella a sus 19 años desea aplicar para la Universidad de Artes y Musica de Seúl y toma clases de piano con YoonGi, un hombre que a sus 31 años a...
—¡Brindemos por nuestra querida SunHi que cumple sus diecinueve años hoy!— MinHye alzó su botella de soju derramando un poco en su alfombra, le hablaba a la nada porque solo éramos nosotras dos y la mucama que nos traía comida a su cuarto.
—Gracias, gracias— reverencié con un poco de alcohol en mi cabeza.
—¿Qué se siente ser mayor de edad?— tomó su teléfono —Un minuto mayor de edad— me entregó la botella y se lanzó a su cama derrotada.
—La verdad es que podría tener el mundo a mis pies pero lo único que tengo son tus calcetas peludas de cerdito—. Mostré mis pies y los apoyé en la cama.
—¿Qué harás ahora que tienes diecinueve?— tomó asiento en la cama mirandome con una sonrisa —. Ya sabes lo que dicen sobre los diecinueve años.
—¡Es la edad en la que conoces a ese chico que marcará tu vida amorosa, si si, lo sé!— me cubrí el rostro con mis manos emocionada.
—Bueno, no es un chico de verdad pero quiero que conozcas a alguien— metió su manos bajo si cama y sacó un paquete —. Quiero que conozcas a Kim JiHu, mi amado compañero de oficina— me entregó el paquete y grité fuerte por unos segundos al ver el libro al fondo del bolsito que tenia un gatito rosa y un listón del mismo color.
—¡Dios mio es "Oficina para dos" de Lee Nari!— tomé el libro y me lancé junto a ella contra la cama y ambas miramos hacia el techo.
—Lo leí gracias a un grupo de kakao talk donde hablamos cosas sucias— admitió ella, quien portaba unos ojos gigantes e inocentes, era menor que yo por meses pero en su mente parecía haber tenido miles de relaciones con chicos, sin embargo, en la vida real con ninguno. Yo al menos ya había dado mi primer beso.
—¿Es tan sucio como dicen?
—¡Sí, es sucio!— río cubriéndose la boca.
Terminamos de cenar y nos fuimos a dormir juntas en esa gran cama que tenía de sabanas de satín en tono perla. MinHye era hija de un empresario de metalurgia; su madre había sido modelo en su juventud, ahora tenia su propia agencia de modelos y diseño de vestuario, su vida se basaba en lindos vestidos y dinero por doquier.
La conocí en la primaria de aquel colegio privado donde estábamos revueltas con niños de alto rango, tanto inteligentes como bobos que tenían su vida resuelta. Ella figuraba sentada comiendo fresas y yo duraznos y los intercambiamos porque eran la fruta favorita de la otra.
MinHye desea ser diseñadora de vestuario como su madre y su vida desde ese punto parece ser un sueño o más bien un plan fácil de seguir; mi racha era muy distinta, mi padre era productor musical y jamás me propuso trabajar en la musica, menos despues del acoso que se observaba en el mundo musical y la sobre explotación.