『Completa』
En el mundo de la musica, donde los sueños y las pasiones se entrelazan SunHi conoce a YoonGi. Ella a sus 19 años desea aplicar para la Universidad de Artes y Musica de Seúl y toma clases de piano con YoonGi, un hombre que a sus 31 años a...
Papá jamás solía hablar de mi en sus reuniones de negocios con otros productores en casa, es más, jamás nos hacía participes a mi y mi madre en ellas ya que eran "asuntos importantes" de los que solo él sabía.
Todas mis compañeras de secundarias me preguntaban si alguna vez conocí alguno de los cantantes con los que mi papá trabajaba pero solo supe que en algún momento formó parte de la producción de un álbum con TAEMIN de Shinee, pero yo a él jamás lo vi, sin embargo fui la primera en escuchar "Heaven" antes de su lanzamiento luego de entrar a escondidas a la oficina de mi padre.
—¡Vamos SunHi, toca piano para nosotros!—apuntó el piano de cola que había en el salón, cuya función era decorar despues de que le prohibió a mi mamá tocarlo por su pésima destreza en el.
Yo no me iba a negar, sabía que él tenia el conocimiento de mi destreza en el instrumento y todos los wones que le regaló a la academia despues de eso, además de los que repuntaron en el sueldo de mi querido Sunbaenim.
Había estado practicando ONLY- Lee Hi así que una vez que me senté en el piano sentí que ensayaba nuevamente en la sala de la academia, lo único malo era que Sunbae no estaba ahí para mi dándome apoyo.
Comencé a cantar la primera estrofa acompañada del piano pero mi padre me interrumpió de inmediato levantándose de su asiento, tocando mi hombro.
—¡Sin cantar, ya hablamos de eso!—habló a mi oído y yo bajé la cabeza y continúe tocando.
Papá dice que si el mundo me oye cantar estarán impresionados por el hecho de que él jamás quiso usar mi voz para sus proyectos. Yo se que mi voz es hermosa pero el que me lo prohíba por aquella razón hace que sea una especie de maldición. Él sabe por que no me deja cantar y yo lo he respetado desde siempre.
Cuando la canción terminó yo tomé mi teléfono desde donde leí la partitura y corrí a mi habitación donde estaba mi mamá con algo en la mano.
—¡Omma!—tomé la tanga de encaje que me había comprado hace unos días y había llegado ayer por la tarde, apenas las había visto y las tenía escondidas bajo mis calcetas.
—¿Desde cuando que usas estas cosas, Hi?— Omma me miró con unos ojos de impresión pero no estaba molesta, sino curiosa por saber que pasaba conmigo —. Hi, ¿Tienes novio?
—No... es un novio
—Pero haz entregado tu flor...—Me acerqué a ella y le tapé la boca con algo de vergüenza y asentí, levemente quité la mano de su boca para dejarla hablar —. ¿Es gentil contigo? ¿Te quiere como mereces, te trata como la delicada flor que eres?
—Si omma, no te preocupes— tomé la braga y la guardé donde la había dejado.
—Tienes que ir al ginecólogo por tu revisión y tus pastillas para cuidarte, lo llamaré—Se levantó de la cama pero la detuve antes de que saliera de la habitación.