『Completa』
En el mundo de la musica, donde los sueños y las pasiones se entrelazan SunHi conoce a YoonGi. Ella a sus 19 años desea aplicar para la Universidad de Artes y Musica de Seúl y toma clases de piano con YoonGi, un hombre que a sus 31 años a...
Nunca pensé ver a Sunbae cantar y que su voz sonaría tan bien o que escribiera musica. Yo pensaba que era el típico profesor de piano que solo se dedicaba a ello por amor pero terminó siendo más que solo eso.
—Esta es mi favorita—La mujer dejó la sopa de YoonGi en a mesa y se sentó conmigo —. Si no estuviera aqui buscaría sus canciones en la radio
—¿En la radio?—miré a la mujer de reojo sin dejar de prestarle atención a Yoongi
—¡Sí! Él si hubiera confiado tu talento a personas que si valían la pena no estaria tocando su musica en este bar, sino que por el mundo entero—Se levantó dejándome a solas escuchando a YoonGi antes de que bajara por su sopa.
—No puedo creer que cantes—le miré mientras tomaba mi bowl de sopa y la bebía saboreado lo deliciosa que era.
—Pues creerlo porque acabo de hacerlo ahí—apuntó el lugar —. Tengo mi fanaticada, los borrachos del bar— miró a su alrededor —. Aquí no me siento un fracasado y como no mucha gente me presta atención me siento cómodo
—La Sra. de la sopa me dijo algo de "confiar en la gente correcta" ¿Sucedió algo?
—No quiero hablar de eso, mejor tomemos la sopa y vamos a casa ¿Que dices? Creo que hicimos un gran trabajo —chocamos las palmas y tomamos asiento mientras veíamos a una mujer subir y tomar el micrófono para cantar karaoke.
Entre risas y unos shots de soju nos terminamos yendo en taxi hasta el apartamento de YoonGi debido a que no estábamos en condiciones de manejar y no dejaría que se arriesgara a un parte por querer ser caballero. Una vez que llegamos él preparó café y me dió una especie de píldora para la resaca, las conocía porque mi padre las tomaba luego de sus reuniones y más de alguna vez las tomamos en casa de MinHye.
—En el bar dijiste que no deberías cantar ¿Se puede saber por qué?—preguntó mientras yo seguía bebiendo mi café caliente.
—Solo si me cuentas por que esa mujer dijo lo de confiar en gente correcta—Le miré por sobre el borde de la taza mientras la empinaba contra mi boca para beber más.
—Es una larga historia y muy poco interesante para un momento como este—Se levantó y tomó la taza que ya estaba vacía pero calentaba mis manos para llevarla a la cocina.
—Entonces hablemos de oficina para dos—miré hacia mis pies descalzos y las zapatillas de lanilla que me había pasado para andar por casa, sonreí al ver que aun conservaban su etiqueta, era nuevas.
"¿Las compró para mi?"
—Pensé que no querías spoilers—respondió mientras lavaba las tazas.
