『𝐄𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐨』
En el mundo de la musica, donde los sueños y las pasiones se entrelazan SunHi conoce a YoonGi. Ella a sus 19 años desea aplicar para la Universidad de Artes y Musica de Seúl y toma clases de piano con YoonGi, un hombre que a su...
Su cabello no me permitía ver con claridad si estaba dormida o despierta pero yacía acostada en mi pecho mientras yo miraba el techo y dibujaba figuras contra la piel desnuda de su espalda. El silencio que provino luego de haber estado follando era extraño pero me recordaba a lo que venia escuchando desde que había terminado con mi ultima pareja estable.
—¿Quieres comer algo? ¿Darte un baño?—pregunté acariciándole el cabello.
—Quizás me venga bien algo caliente—Se levanto desde mi pecho y peinó su cabello con sus manos, sus ojos estaban mas pequeños, parecía cansada.
—Bien, prepararé algo—Me levanté para coger mi pantalón de pijama y una camiseta —. Toma— le dejé en la cama una camiseta que ocupaba de pijama que tenía un gato playero algo desgastado en el centro del pecho.
—Gracias—Estiró su mano para colocársela pero parecía que su cuerpo no la acompañaba mucho y metió un brazo donde no debía quedando atrapada entre la camiseta.
—Déjame ayudarte—reí ante la situación y pasé el agujero correcto por su cabeza y cuello para quedar mirándola entre sus cabellos despeinados y su rostro bajo ellos —. Dime que no te hice daño
—Me duele un poco pero supongo que es normal—metió sus manos por los agujeros de los brazos y los estiró.
—Si quieres que te vaya a dejar a casa solo avísame—Me senté junto a ella en la cama para observarla de mas cerca, ya no quedaba maquillaje en su rostro, ni su olor a vainilla salía de su cuerpo, sentía que olía a mi y a sexo.
—Creí que querías que me quedara—Me miró con esos ojos de cachorro que indudablemente se habían vuelto un arma de doble filo.
—Entonces haré ramen para que no nos desmayemos del hambre ¿No?—dejé un mechón de cabello tras su oreja y le sonreí.
—Hay que juntar fuerzas para la siguiente ronda ¿No?—Se volteó a ver la caja de condones y luego miró directo a mi con una sonrisa ladina relamiendo sus labios coquetamente.
—Claro.
Me fui a la cocina para preparar una olla de ramen compartida mientras encendía la televisión. Eran eso de las dos de la madrugada y mostraban solo repeticiones de lo programas del día pero al menos tenia ruido de fondo.
Sentí los pasos de SunHi por el pasillo hasta la sala y se detuvo a mirar mi estantería de libros mientras emplataba los sobres de ramen instantáneos ya listos.
—No sabía que te gustaban las ciencias humanas— acarició los lomos de los libros.
—No solo soy una cara bonita ¿No lo crees?—sonreí mientras la veía pasearse por el estante mirando lo que había en el.
