IX

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Tardó más de lo esperado en despertar. Lo primero que sintió fue una punzada en la coronilla de su cabeza, no recordaba muy bien que era lo que pasó. Tenía la garganta tan seca que dolía al igual que su cabeza. Trató pensar y recordar, pero su cerebro también estaba adolorido. Abrió los ojos con lentitud. Solo se preguntaba porque le dolía tanto la cabeza. Era como si un gigante la hubiera aplastado y saltado sobre su cabeza. Al ver a Yuqi sentada en la silla de madera al lado de su cama, con los brazos cruzados y su pie izquierdo inquieto por la ansiedad del momento, recordó lo que pasó antes de perder el conocimiento. En ese momento, su pecho también comenzó a doler.

—¿Cómo está-

—¡Gracias a dios despertaste!—se levantó en un salto—. Pensé que te había golpeado muy fuerte, perdón—le dio una corta sonrisa y se dio vuelta—. Le iré a avisar al resto—murmulló al irse de la habitación de Minnie. Ni siquiera le dio la oportunidad de hablar antes de que cerrara la puerta.

Eso le preocupó bastante. Yuqi no sabía guardar secretos y dar noticias, por eso solía escaparse de esas situaciones. Como con eso de que Soojin le pidió ayuda para pensar como pedirle matrimonio a Shuhua. También le aterró escuchar la palabra "Perdón", Yuqi no era clase de persona y parecía que detrás de su nerviosismo, realmente lo lamentaba.

Llevó una mano a su cabeza y sintió una tela envolviendo su coronilla. Ahora entendía el porqué Yuqi estaba preocupada por ella, pero estaba enojada por no informarle de la situación.

¿Cómo estaba Miyeon?

Estiró su mano para agarrar la espada con su funda que siempre dejaba al lado de su cama en caso de un ataque en la noche. Gimió de dolor al levantarse.Dio un paso, era difícil, pero más cómodo que estar en tierra firme. Ya no estaba mareada, pero podía sentir como su cabeza palpitaba por el dolor. Maldita Yuqi y su poca capacidad de controlar su fuerza. Ni siquiera sabia como fue capas de correr con ella en el hombro, tal vez tuviera que ver con que antes de ser pirata se dedicaba a mover sacos de harina.

Con lentitud caminó hacia la puerta, utilizando la espada como bastón y lista para tener que matar a Yuqi en cualquier caso ¿¡Cómo se le ocurre noquearla para que no fuera por Miyeon!? Luego de recuperarse iba a declararle un duelo a muerte y esperaba que la capitana le diera permiso, porque si no lo hacía, también iba a pedirle una contra ella ¿Qué clase de capitana dejaba que Miyeon actuara como su asesina? ¡Estaban en el puto castillo! El lugar con más seguridad de Tailandia. Esas chicas no sabían nada del mundo de la realeza y el cómo Tailandia daría la vida por ellos.

Al abrir la puerta se encontró con la puerta de Miyeon abierta. Que estaba justo al frente de su habitación. Caminó para pasar el umbral, encontrándose con todas rodeando la cama. Soyeon se encontraba hablando algo con Yuqi con un mapa azul entre sus manos, parecía que ni siquiera le importaba la profunda herida de su mejilla. Por otro lado, estaba Soojin que se encontraba mirando con pánico a Shuhua que tenía una gran cantidad de vendas en el muslo de su pierna derecha. Seguramente le ha preguntado más de mil veces si se encontraba bien y necesitaba algo.

—Despertaste—dijo Soyeon al notarla, dándole una sonrisa que no expresaba para nada felicidad—. Eso es muy bueno.

—¿Cómo está Miyeon?

La voz de Minnie era inestable por el miedo de la respuesta. Yuqi hizo una mueca y cuando la tailandesa la miró, sintió que su mundo comenzaba a derrumbarse. Apenas había soltado su espada, que resonó al golpear el suelo, Soojin agarró a Minnie al ver sus piernas se debilitaron ante la idea y la vista de Miyeon tendida en la cama.

Estaba inmóvil como una muñeca rota. La palidez de su piel era escalofriante, como si toda la vida hubiera sido arrancada de ella de golpe. Sus labios, que siempre encontró hermosos, ahora estaban de un tono violeta, el mismo que Yuqi recordaba haber visto cuando Shuhua se ahogó. Ese mismo terror de Soojin al ver a Shuhua así consumía a Minnie.

The Legend Of Neverland [Gidle]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora