Clarisse nunca pensó ser amable con ningún campista ,pero cuando vio la tristeza en los ojos del nuevo ,la hizo sentir conmovida y decidió no molestarlo , cuando ella se acercó para darle algo apoyo por lo de su madre no esperaba que el le diera una...
Los tenía escrito desde hace tiempo así que serán varios ,un maratón ajajaj disfruten
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Los rayos del sol se filtraban entre las hojas de los árboles del Campamento Mestizo, iluminando el campo de entrenamiento donde Percy Jackson y su enemiga, Clarisse La Rue, se enfrentaban en un duelo de espadas. Ambos se movían con gracia y destreza, sus armas chocando una y otra vez en un baile mortal.
Clarisse estaba furiosa con Percy por haberse entrometido en una misión que ella consideraba suya. Por su parte, Percy se sentía frustrado por la actitud arrogante y desagradable de la hija de Ares. A pesar de su enemistad, no podían negar la química que existía entre ellos, una chispa que los mantenía en constante tensión.
Mientras intercambiaban golpes, Percy notó un brillo en los ojos de Clarisse que no había visto antes. Había un fuego en su mirada que lo cautivó, haciéndole olvidar por un momento la pelea que tenían entre manos. En un instante de descuido, Percy logró desarmar a Clarisse y acorralarla contra un árbol.
¿Qué vas a hacer ahora, Jackson? preguntó Clarisse con una sonrisa desafiante en los labios.
Percy la miró fijamente, sintiendo una extraña mezcla de emociones en su pecho. Sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia ella y la besó con pasión. Clarisse se quedó sorprendida por el gesto, pero no opuso resistencia, dejándose llevar por la intensidad del momento.
El beso duró unos segundos que parecieron una eternidad, un instante mágico en medio de la batalla. Cuando finalmente se separaron, Percy y Clarisse se miraron a los ojos, sin poder creer lo que acababa de suceder.
¿Qué fue eso? preguntó Clarisse, con la respiración agitada.
No lo sé, respondió Percy, sintiendo que el corazón le latía con fuerza en el pecho. Pero no puedo negar que había algo entre nosotros desde el principio.
Clarisse asintió lentamente, incapaz de apartar la mirada de los ojos verdes de Percy. Aunque seguían siendo enemigos, algo dentro de ella había cambiado en ese momento, algo que no podía ignorar.
Sin decir una palabra más, Percy y Clarisse se separaron y volvieron a sus posiciones iniciales, retomando la pelea como si nada hubiera pasado. Pero en lo más profundo de sus corazones, sabían que algo había cambiado entre ellos, algo que los unía de una forma que ni siquiera podían comprender.
A medida que la batalla continuaba, Percy y Clarisse luchaban con renovada energía y determinación, cada uno tratando de demostrar su valía al otro. A pesar de sus diferencias, habían encontrado una conexión única que les daba fuerzas para seguir adelante.
Al final del enfrentamiento, Percy logró derrotar a Clarisse una vez más, pero esta vez no hubo resentimientos ni malos gestos. En cambio, se miraron con una mezcla de respeto y admiración, sabiendo que habían compartido algo especial que cambiaría sus vidas para siempre.
Desde aquel día, Percy y Clarisse aprendieron a ver más allá de sus diferencias y a trabajar juntos como aliados en lugar de enemigos. Aunque seguían teniendo sus roces y desacuerdos, sabían que siempre tendrían ese momento mágico en el campo de batalla, un beso inesperado que los unió de una forma que nunca habrían imaginado.
Así, la historia de Percy Jackson y Clarisse La Rue se convirtió en una leyenda en el Campamento Mestizo, un ejemplo de cómo el amor y la amistad pueden superar cualquier barrera, incluso la de la enemistad más feroz. Y aunque el destino los llevara por caminos separados, siempre recordarían aquel beso en medio del enfrentamiento, un recuerdo que los acompañaría para siempre en sus corazazones.
