Clarisse nunca pensó ser amable con ningún campista ,pero cuando vio la tristeza en los ojos del nuevo ,la hizo sentir conmovida y decidió no molestarlo , cuando ella se acercó para darle algo apoyo por lo de su madre no esperaba que el le diera una...
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Percy Jackson estaba en una situación de vida o muerte. Clarisse, la valiente hija de Ares, había sido herida gravemente durante una misión en la que ambos estaban participando. Percy la había encontrado inconsciente en el campo de batalla, con dificultad para respirar y sin signos vitales. Sin pensarlo dos veces, Percy se arrodilló junto a ella y comenzó a realizarle respiración boca a boca, esperando con todas sus fuerzas que lograra revivirla.
A medida que Percy soplaba aire en los pulmones de Clarisse, podía sentir la tensión en su cuerpo. Su corazón latía con fuerza y su mente estaba llena de preocupación y miedo. Pero a pesar de todo, seguía luchando por mantenerla con vida. No iba a permitir que nada malo le sucediera a su amiga.
Después de varios intentos, finalmente Clarisse comenzó a mostrar signos de recuperación. Su pecho se elevaba y descendía con cada respiración, y sus labios volvieron a adquirir un ligero color rosado. Percy suspiró aliviado y se apartó, observando con atención si su compañera volvería completamente en sí.
Fue entonces cuando Clarisse abrió lentamente los ojos, enfocando su mirada en Percy con confusión y sorpresa. Tardó unos segundos en darse cuenta de lo que había sucedido, pero una vez que lo hizo, una sonrisa agradecida se dibujó en su rostro.
Gracias, Percy, susurró Clarisse, su voz débil pero llena de gratitud. Pensé que ya no lo lograría.
Percy le sonrió en respuesta, sintiendo un cálido alivio recorriendo su pecho. Estaba contento de verla despierta y consciente, era un gran alivio para él también.
Sin embargo, lo que sucedió a continuación los tomó a ambos por sorpresa. En un acto impulsivo y lleno de emoción, Clarisse se inclinó hacia adelante y juntó sus labios con los de Percy en un beso apasionado y desesperado. Percy se quedó sin aliento ante la sorpresa, pero luego se dejó llevar por el momento, correspondiendo al beso con la misma intensidad.
Mientras se besaban con pasión y deseo, una presencia familiar interrumpió el momento. Annabeth Chase, la novia de Percy, había estado observando la escena con una mezcla de sorpresa y decepción en su rostro. Sus ojos azules estaban llenos de dolor y traición, mientras observaba a su novio besando a otra chica.
El beso entre Percy y Clarisse se interrumpió bruscamente cuando Percy se apartó, mirando a Annabeth con una mezcla de culpa y confusión. No podía creer lo que acababa de suceder, se sentía terrible por herir los sentimientos de la chica que amaba.
Annabeth, no es lo que parece, comenzó a decir Percy, tratando de explicarse. Fue solo un momento de...
Pero Annabeth lo interrumpió, sacudiendo la cabeza con tristeza.
No necesitas explicarte, Percy, dijo con voz quebrada. He visto lo que necesitaba ver.
Con esas palabras, Annabeth se dio la vuelta y se marchó, dejando a Percy y a Clarisse solos en el campo de batalla. Percy suspiró, sintiendo un nudo en su garganta. Sabía que había cometido un error y que tendría que lidiar con las consecuencias.
Clarisse miró a Percy con preocupación, tocando suavemente su mano en un gesto de consuelo.
Lo siento, Percy, dijo con sinceridad. No pretendía causar problemas entre tú y Annabeth.
Percy asintió, agradeciendo su comprensión.
Gracias, Clarisse. Pero ahora necesito afrontar las consecuencias de mis actos, respondió. Tengo que hablar con Annabeth y tratar de arreglar las cosas.
Clarisse asintió en silencio, deseándole suerte a su amigo en esa difícil conversación. Percy se levantó y se encaminó hacia donde Annabeth había desaparecido, con el peso de la culpa y la tristeza en su corazón.
A medida que se alejaba, Clarisse permaneció en silencio, pensando en el beso que habían compartido y en toda la complicación que había causado. Sabía que mantener secretos de esa magnitud no era bueno, pero también sabía que había algo especial entre ella y Percy que no podía ignorar. Solo el tiempo diría qué depararía el futuro para los tres.
Y así, entre besos robados, corazones rotos y emociones encontradas, la historia de Percy Jackson, Clarisse y Annabeth Chase continuaba su curso en el mundo de la fantasía y la mitología, donde las decisiones podían cambiar el destino de todos los involucrados. La vida de un semidiós nunca era fácil, pero el amor y la lealtad siempre podían superar los obstáculos más difíciles.
