Clarisse nunca pensó ser amable con ningún campista ,pero cuando vio la tristeza en los ojos del nuevo ,la hizo sentir conmovida y decidió no molestarlo , cuando ella se acercó para darle algo apoyo por lo de su madre no esperaba que el le diera una...
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' Percy en un novio muy mimoso '
En un mundo lleno de dioses y seres mitológicos, Percy Jackson y Clarisse La Rue eran dos semidioses destinados a estar juntos. Aunque provenían de criaturas poderosas como Poseidón y Ares, en su relación reinaba el amor y la pasión.
Percy siempre había sido conocido por su valentía y coraje en las batallas, pero cuando se trataba de su relación con Clarisse, mostraba su lado más dulce y cariñoso. Era un novio extremadamente mimoso, siempre dispuesto a consentir a su amada con besos y caricias en cualquier momento y lugar.
Por otro lado, Clarisse La Rue se destacaba por su feroz personalidad y habilidades de combate. Sin embargo, cuando se encontraba junto a Percy, su corazón se derretía por completo. Le encantaba mimar a su novio con muestras públicas de cariño, sin importar quién pudiera estar mirando.
Una tarde soleada en el Campamento Mestizo, Percy y Clarisse paseaban cerca del lago, disfrutando de la tranquilidad del lugar. A pesar de estar rodeados por otros semidioses, no podían contener su deseo de estar juntos. Percy rodeó la cintura de Clarisse con sus brazos y la atrajo hacia él, plantando un suave beso en sus labios.
¿En serio tienes que hacer eso aquí, Seaweed Brain?, dijo Clarisse entre risas, usando el apodo cariñoso que le había dado a Percy.
Lo siento, pero no puedo resistirme a ti, Princesa de la Guerra, respondió Percy con una sonrisa. Se inclinó para darle otro beso, mientras Clarisse se reía y lo empujaba juguetonamente.
A lo lejos, algunos semidioses observaban la escena con envidia y admiración. Percy y Clarisse eran la pareja perfecta, complementándose en todos los aspectos. A pesar de sus diferencias, se entendían y se amaban profundamente.
Más tarde, esa noche, durante la cena en el comedor del campamento, Percy y Clarisse seguían demostrando su amor el uno al otro. Mientras compartían una mesa con otros semidioses, no podían evitar tocarse y susurrarse al oído palabras de amor.
De repente, un estruendo interrumpió la armonía del lugar. Un grupo de monstruos había invadido el campamento, y los semidioses tuvieron que prepararse para la batalla. Percy y Clarisse se levantaron de la mesa, listos para luchar codo a codo contra sus enemigos.
En medio del caos y la confusión, Percy buscó a Clarisse entre la multitud. La encontró enfrentándose a un gigante de dos cabezas, usando su habilidad con la espada para defenderse. Sin dudarlo, Percy corrió hacia ella y la protegió con su escudo, formando un equipo letal que derrotó al monstruo juntos.
Después de la batalla, Percy y Clarisse se abrazaron con fuerza, aliviados de estar sanos y salvos. Se miraron a los ojos y se prometieron seguir luchando juntos, sin importar los peligros que enfrentaran.
Esa noche, Percy y Clarisse se retiraron a su cabaña, agotados pero felices de estar juntos. Se acurrucaron en la cama, compartiendo secretos y sus sueños más profundos.
Te amo, Princesa de la Guerra, susurró Percy mientras acariciaba el cabello de Clarisse.
Y yo a ti, Seaweed Brain, respondió Clarisse con una sonrisa. Se besaron apasionadamente, sellando su amor para la eternidad.
Así, Percy Jackson y Clarisse La Rue demostraron que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo, incluso en un mundo lleno de fantasía y peligros. Juntos, eran invencibles, enfrentando juntos lo que sea que el destino les tuviera preparado.
