Clarisse nunca pensó ser amable con ningún campista ,pero cuando vio la tristeza en los ojos del nuevo ,la hizo sentir conmovida y decidió no molestarlo , cuando ella se acercó para darle algo apoyo por lo de su madre no esperaba que el le diera una...
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Percy Jackson y Clarisse La Rue eran rivales desde hace mucho tiempo en el Campamento Mestizo. Siempre competían en todas las actividades y desafíos, tratando de superarse el uno al otro. Pero lo que nadie sabía era que detrás de esa fachada de rivalidad, existía una intensa atracción entre ellos.
En una tarde soleada en la que se celebraba una partida de captura la bandera, Percy y Clarisse se encontraron en equipos opuestos. A pesar de estar en lados contrarios, no pudieron resistir la tentación de buscar el contacto del otro. Mientras se enfrentaban en la búsqueda de la bandera, Percy tomó a Clarisse por sorpresa y la atrajo hacia él, acorralándola contra un árbol.
¿Qué crees que estás haciendo, Jackson? exclamó Clarisse con un deje de sorpresa en su voz, aunque en sus ojos se podía ver una chispa de deseo.
Lo que debí haber hecho hace mucho tiempo, respondió Percy con determinación mientras acercaba su rostro al de ella.
Sus labios se encontraron en un beso apasionado, lleno de deseo y anhelo. Clarisse se dejó llevar por la intensidad de su contacto, mordiendo su labio inferior con suavidad y dejando escapar un suspiro entre sus labios entrelazados. Percy, por su parte, exploraba cada rincón de su boca con su lengua, sin importar quién pudiera verlos.
A su alrededor, el resto de los campistas continuaban con la partida de captura la bandera. Pero para Percy y Clarisse, el mundo entero desapareció en ese momento. Solo existían ellos dos y la pasión que los consumía por dentro.
Después de unos minutos que parecieron eternos, se separaron respirando agitadamente. Clarisse miró a Percy con una mezcla de sorpresa y desafío en sus ojos.
¿Qué ha sido eso, Jackson? preguntó con voz ronca, tratando de recuperar el aliento.
Parece que finalmente hemos descubierto quién es el dominante en esta relación, respondió Percy con una sonrisa pícara en sus labios.
Clarisse lo miró con una mezcla de incredulidad y deseo. Sabía que no podía resistirse a él, a pesar de todas las diferencias y rivalidades que habían tenido en el pasado. Lo único que importaba en ese momento era la intensa conexión que tenían y la atracción incontrolable que los unía.
Sin decir una palabra más, Percy tomó la mano de Clarisse y la llevó hacia un lugar más apartado del campamento. Allí, entre los árboles y la vegetación, se entregaron a la pasión que los consumía, explorando cada centímetro de sus cuerpos con deseo y anhelo.
A partir de ese día, Percy y Clarisse continuaron su relación en secreto, disfrutando de cada momento de intimidad y pasión que compartían.
