°Seven°

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Solansh Miller


°•°•inicio°•sueño°•°•

Sus caricias en mi cabello eran suaves y llenas de cariño. Sonreí, sintiéndome además de afortunada; en casa.

Poder escuchar sus latidos lentos me generaba una sensación de tanta conexión y paz que, no quería apartarme jamás.

—Mi Sol.. no llores, yo estoy aquí; seré tu nueva familia— me dice dulcemente y es cuando noto las lágrimas que caen por mis mejillas.. ¿porqué estoy llorando?

— Julieta.. los extraño demasiado— respondí, pero era como si no tuviera control de mi boca; hablaba en contra de mi voluntad —¿Prometes que siempre estaremos juntas?— pregunté, a la vez que despego mi cabeza de su pecho y al momento de verla, descubro que frente a mí había una linda Julieta de aproximadamente 6 años..

Lo único que pude ver de mi alrededor, era la camilla en la que estábamos las dos acostadas, luego lo demás era borroso. Como si mi mente no me permitiera ver más allá de nuestra burbuja

Ella me sonríe con esa dulzura tan característica de ella y solo asiente para después besar mi frente. Yo sintiéndome mejor, volví a apoyar mi cabeza en su pecho y así poder escuchar sus latidos que estaban ahora un poco más acelerados

°•°•°Fin°•°del°•°•sueño°•°•


  Abrí lentamente mis ojos, sintiendo esa mezcla de calidez y tristeza en mi interior. Confundida y extrañada por el sueño que acababa de tener..

Se sintió tan real..

  Unos segundos después, sonó la alarma matutina, por lo que luego de apagarla me levanté y como cada mañana reproducí mi playlist y comencé mi mañana a pura energía.

Una vez terminé de vestirme, bajé a desayunar y luego antes de salir apagué la música y salí lista para comenzar mi día mundano. Aunque, con una sensación extraña en mi interior..

Una vez llegué a la parada del autobús y esperar unos cinco minutos; ya estaba rumbo al trabajo.

—Bri, hola!— la saludo, apenas entré a la cafetería; ella estaba atendiendo a unos clientes

— Hola, Sol!— responde sonriente, saludando con la mano para segundos después seguir con lo suyo

Yo me puse detrás del mostrador y, luego de colgar mi bolso en la pared, agarré el delantal y me lo puse para así comenzar con el trabajo.

Suspiro— Comencemos con la trabajación ..

(...)

— Creo que le agradaste a Juli.

—¿porqué lo dices?

  La hora de trabajo había acabado; estábamos rumbo a la parada del autobús. Eran aproximadamente las ocho de la noche.

— Anoche me preguntó hace cuánto que te conocía.. — responde pensativa— En fin, yo le dije que este viernes tenemos libre así que la invité a salir con nosotras.

•Mi Dulce Julieta• [+21] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora