°Twenty Two°

15 3 0
                                    

Solansh Miller

Damián... es un buen tipo, tiene buen humor, a pesar de tener una imagen que casi pasa por mujeriego es bastante tranquilo fan de cosas simples. Durante el tiempo que lo vengo conociendo, no parece alguien que pueda pertenecer a algo oscuro o que incluso se vendería para ser parte. O sea, Dami es alguien simple que trabaja conmigo y que planea ahorrar dinero para comprarse su primer depa; su auto fue un regalo de su padre en su cumpleaños anterior que, le perteneció a su padre en su juventud. Su familia es unida, no los conozco, pero por lo que sé por boca de Dami son gente honesta y trabajadora; no tienen más hijos, solo él por lo que es un chico bastante.. consentido por sus padres.

  En cuanto a Bri... ella es simplemente mi mejor amiga.
   Es divertida, espontánea y curiosa. Su familia no es perfecta puesto que su padre se marchó cuando entró a la adolescencia, por lo que su madre se hizo cargo de dos adolescentes sola y trabajando duro sacó su familia adelante así que la crianza que les dio y los valores son honestos, fieles y leales. Por lo que, no creo que sea necesario desconfiar de ella o incluso Zayn, sin embargo pienso que mi historia con Julieta, mi salud y el tema del detective tendrá que quedar bajo llave para ella por el momento.

  Sin embargo, a veces necesito con quién descargarme más que nunca, necesito a alguien que me escuche sin la necesidad de que sea mi médico, psicólogo o incluso un jodido detective...

Necesito un hombro para llorar..

— ¿Entonces empezarás la universidad?— pregunto curiosa, llevando a mi boca la cuchara con helado sabor a frutilla y con trozos del mismo

Suspira— Sí, pero la nocturna.. no voy a dejar el empleo. — responde Dami con un suspiro, teniendo su mirada perdida en su pote de helado sabor vainilla — Aún me falta para comprar mi primer departamento — agrega y me mira con esos ojos negros, se veía algo estresado.. ¿qué lo tendrá así?

— ¿Es mucho?—pregunta Bri, mirándolo atentamente

Niega con la cabeza

— Digamos que.. dos semanas más de trabajo y ya— le responde, clavando sus ojos en ella y, noté como sus expresiones se suavizan al verla
— Literal estoy que cuento los días para ese momento — agrega sonriendo de lado, un poco más animado

— Pues... te tengo noticias— le responde Bri sonriendo de lado, al mismo tiempo que su mano se posa sobre la de él que descansaba sobre la mesa

Frunso el ceño, confundida. No me digan que estos dos..

— Tengo bastante dinero ahorrado, así que si quieres.. podemos ir a ver mañana mismo algunos depas— le dice en tono dulce pero sonriendo nerviosa

Alzo mis cejas con sorpresa, sintiendo que soy un mal tercio ahora mismo.

— ¿Lo dices en serio?— le pregunta Dami con evidente sorpresa y sonriendo con ilusión, al mismo tiempo que se endereza
— Eso sería.. más que perfecto— agrega  feliz y luego la agarra de las mejillas y estampa sus labios con los de ella

  Mi cara fue digna de un poema, literalmente mi boca formaba una "o" al ver aquel momento.

— Eres.. un Ángel, de verdad— le dice tras romper el beso y ya se veía más que feliz, con sus ojos chispeante de ilusión

Quería decir algo, pero las palabras no salían, solo movía mis labios sin poder hacer ningún sonido al mismo tiempo que los señalo con mi dedo.

— Sí, sí, somos novios, bruja— afirma Bri al ver mi expresión de shock, con un tono divertido en su voz

— Desde el día del concierto, de
hecho — comenta Dami, volviendo a su postura anterior, comenzando a disfrutar de su helado

—¿Y como no me lo has dicho, eh?— le pregunto dolida a Bri, llevando una cuchara con helado a mi boca

— Lo hice.. pero claramente no me escuchaste— responde un poco más seria — Así que técnicamente lo sabías.

  Me quedé callada unos segundos, ya que puede que tenga razón. Además de que nuestra amistad ya no es como lo era hace un mes; me eh distanciado bastante, en términos de comunicación claro porque nos vemos prácticamente todos los días casi.

— Bueno.. entonces mañana buscaremos nuestro primer depa— dice Dami, cortando el tenso silencio que comenzaba a crecer — Qué emoción.

Sonríe — Lo sé.. tendré que soportar tus ronquidos. — responde Bri en tono divertido, arruando su nariz

Ellos comenzaron a conversar sobre cómo sería a partir de mañana sus vidas conviviendo juntos, mientras que yo comencé a disociarme pensando en lo desolada que es mi vida.

   Ahora que lo pienso, más allá de tener una vida social activa, con amigos y un trabajo estable. Personalmente es una vida.. de soledad pura.

   Nunca me sentí mal o experimenté la envidia cuando iba a la casa de Bri y observaba a su linda familia, la relación con su madre y el vínculo con su hermano. Pero justo ahora, me doy cuenta de que, estoy sola; no tengo familia porque la única que tenía murió en un accidente de avión y la única persona con la que pude tener una especie de relación en mi pasado fantasmal ya no estaba; me quería lejos de ella. Por lo que dejé atrás mi vida en españa y vine a otro país desconocido sin siquiera quererlo, y no me estoy quejando porque agradezco el como estoy hoy a pesar de todo..  Pero me hubiera gustado estar rodeada de los amigos de mis padres, estar en la casa donde me crié,  continuar mi vida desde España.

  Quizás ahí hubiera existido una posibilidad en donde Julieta y yo estemos juntas.

Pero todo sucedió de otra manera..

— Bueno chicos, los veo el lunes— digo como despedida sonriendo a medias, pero no llego a mis ojos

Ya había llegado el momento que debían irse

—¿ el lunes?— pregunta Bri extrañada —¿No vas a trabajar mañana y el sábado?— pregunta sonriendo con burla

— Mañana tengo cita con el médico— explico y su sonrisa pierde algo de fuerza al escucharme

— Creí que estaba todo bien
contigo..— responde en un tono serio, Dsmi solo nos observa en silencio; sujetando la mano de mi mejor amiga

— Y lo está, no te preocupes— aseguro y ella rueda los ojos, al parecer sarcástica — Créeme.

—¿Y el sábado, qué harás?— pregunta Dami, curioso

Mis ojos van a él

— Tengo libre..— le respondo y luego miro a Bri— Tengo unas cosas que hacer ese dia.

El rostro de Bri decae, al parecer no le gustó escuchar aquello

—¿Y cuándo vamos a hablar sobre tu salud?.. — cuestiona en un tono demandante — Aún no me has dicho qué tienes. No es normal que sigas llendo cuando el doctor dijo que todo estaba bien.. ¿qué es lo que pasa?

  Paso saliva, sabiendo que este momento llegaría en algún momento. Y sentí un nudo en mi garganta al tener claro que no podía decirle nada..

— Es algo de rutina, Bri, tranquila— respondo intentando calmarla
— Prometo contarte en otro momento.

—¿Otro momento?— pregunta con sarcasmo, alzando sus cejas y, a este punto ya el ambiente era tenso
— Pasaron DOS SEMANAS y me sigues diciendo lo mismo. ¿No creés que como tú amiga tengo derecho a
saber?— agrega ya algo alterada

— Brisa, cálmate. — le dice Dami, sujetando suavemente su brazo

— Brisa cálmate, te dije que pronto lo haré. No hace falta que levantes
la voz— informo con el ceño fruncido

— No estoy levantando la voz!— responde levantando la voz y, en el momento que se percata que sí lo hacía, suspira para calmarse y luego me mira sobre sus pestañas
— Te veo el domingo— informa con seriedad, para después marcharse con Dami y, en el momento que cerró la puerta solté el aire que retenía

  Pasando mi mano por mi cabello hacia atrás, volví a la cocina para limpiar la mesa ya que aún estaban los potes de helado vacías sobre la mesa y alguna que otra servilleta, vasos y la jarra de agua fría.
























•Mi Dulce Julieta• [+21] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora