Capitulo 79

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En la tranquila y soleada isla de Kamehouse, el Maestro Roshi se encontraba relajado en una silla veraniega, disfrutando del sol y de una de sus "profundas lecturas". Con una sonrisa pícara en el rostro, el anciano sabio se sumergía cada vez más en las páginas de su revista, totalmente ajeno al mundo que lo rodeaba.

—Disculpe... —preguntó tímidamente una joven que acababa de llegar, pero fue ignorada por completo.

—Jojojo...~ —rió Roshi con su característico tono travieso mientras se sonrojaba, absorto en lo que leía.

—¡D-Disculpe, maestro! —insistió nuevamente, con un tono más firme, pero sin obtener respuesta.

—...

—¡MAESTROO! —gritó, esta vez con todas sus fuerzas.

Roshi quedó estupefacto por el repentino grito, cayéndose de la silla mientras la revista le golpeaba la calva.

—¡Aaayh! —exclamó Roshi, aturdido y frotándose la cabeza, mientras la joven se acercaba con una ligera inclinación y mirada preocupada.

—Lo siento mucho, maestro. ¿Se encuentra bien?

Roshi, todavía confuso, miró a la chica desde el suelo.

—¿Eh? ¿Maestro?... ¿Una niña? —murmuró, claramente sorprendido. Miró a su alrededor con incredulidad, como si no creyera que una jovencita pudiera haber llegado hasta allí—. ¿Cómo ha llegado una niña a este sitio?

—Bueno, no fue difícil. Solo corrí sobre el mar hasta llegar aquí —respondió ella con naturalidad, señalando el océano como si su proeza no tuviera nada de especial.

—¿Correr sobre el mar? ¿Qué estás diciendo, muchachita? —preguntó Roshi, aún más sorprendido, mientras observaba a la joven con creciente curiosidad—. Un momento... —pensó para sí mismo—. ¿Por qué se me hace tan familiar esta niña?

—Disculpe, maestro —interrumpió la joven, rompiendo sus pensamientos.

—¿Sí?

—¿De verdad es usted el Maestro Roshi?

—Es correcto, ese soy yo.

—Pues no lo parece —respondió con total serenidad y una expresión impasible.

—¿C-Cómo? —Roshi parpadeó, claramente sorprendido.

—De verdad no lo parece —repitió ella, sin mostrar emoción alguna.

—¡Por supuesto que lo soy! ¿Por qué dices que no lo parezco?

—Al verlo de cerca... solo parece un viejito verde —respondió con la misma expresión de poker face.

—¡¿Cómo?! —exclamó el anciano, ofendido.

La joven echó un vistazo rápido a la revista que Roshi intentaba ocultar torpemente tras su espalda, lo que hizo que él reaccionara aún más nervioso.

—Ejem... sí... la verdad es que yo soy el Maestro Roshi —balbuceó con vergüenza, escondiendo la revista por completo—. ¿Por qué me estabas buscando? Y, más bien, ¿cómo es que me conoces?

—No le creo —respondió la joven con tono cortante, desviando la mirada—. Me niego a responderle a un viejo sucio. Demuéstrelo.

—¿Demostrar? —preguntó Roshi, confundido.

—Sí, si de verdad es un maestro, entonces demuéstrelo. ¡Muéstreme su fuerza! —exclamó la niña, visiblemente irritada.

—Aay... y yo que pensaba que hoy sería un día tranquilo... —suspiró Roshi, empezando a ponerse de pie—. Mira, niña, preferiría que...

Goku x Caulifla - Una continuación alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora