Capítulo 22

17 4 0
                                    

Maratón 3/3.
   
                                  
                                     Chloe.

El aire dentro del coche es pesado, aunque ninguno de nosotros lo mencione. Adam maneja con una calma que bordea lo irritante, mientras Lucas permanece en silencio, apretando la mandíbula cada vez que Alice es mencionada. La desaparición de Alice Kent ha sido una herida abierta para mi hermano, una que amenaza con desbordarlo. Pero sé que es mucho más que eso. Es una llave que podría desmantelar algo más grande, y Adam lo sabe.

Nos dirigimos a un lugar remoto, más allá de las comodidades de las ciudades. No sé cómo Adam eligió este lugar, pero no me sorprende. Siempre está un paso adelante, anticipando lo que los demás no pueden ver.

—Vortex —suelta de repente, su voz cortando el silencio como una navaja afilada. No voltea a mirarme, pero puedo sentir su mirada fija en la carretera—. Sabías que iba a fallar, ¿verdad? —pregunta con ese tono mordaz que le es tan característico.

Mis manos se tensan sobre mis rodillas, pero no me dejo intimidar. He aprendido a manejar las provocaciones de Adam.

—El proyecto estaba bajo control —digo, mi voz firme. Siempre lo está—. Nolan nos provino de todo lo que estaba sucediendo, es más que claro que lo estaban manipulando desde dentro, alguien de nuestra gente. La cuestión es, ¿qué tiene que ver esto con Alice?

—Claro —responde con una sonrisa apenas perceptible en la comisura de sus labios—. Excepto por el pequeño detalle de que alguien lo estaba saboteando desde dentro, pero no como tú piensas.

Eso sí logra capturar mi atención.

Deslizo mi mirada hacia él, pero Adam sigue concentrado en la carretera, como si hubiera dicho algo tan irrelevante como el clima. Sé que está jugando conmigo, empujando mis límites, pero me niego a darle la satisfacción de una reacción evidente.

—¿Y qué sugieres? —intento no mostrar demasiado interés.

—No sugiero nada —responde, con ese tono sarcástico que parece disfrutar demasiado—. Estoy afirmando que lo sabías. O al menos lo sospechabas.

—Sabía que había problemas con el proyecto igual que todos, era más que evidente que esto podía suceder, pero ... —mi mente trabaja rápidamente, tratando de unir las piezas. El proyecto Vortex siempre había sido un punto sensible, una operación clandestina que funcionaba en las sombras de R&H, probando tecnología experimental. Pero no podía haber fallado por sí solo. Manipulación externa, claro. Pero había algo más.

Lucas suelta una risa seca desde el asiento trasero.

—¿Sabes lo que estás diciendo? —increpa, su voz cargada de incredulidad y furia contenida. El dolor por Alice aún está fresco en él, y Adam lo sabe, lo cuál es obvio que usará a su favor, como siempre.

Por esto no confío en él. No termino de entender la capacidad de sus alcances, ni la fuente de su verdadero motivo para ayudarnos, porque él no actúa por ser un ente benefactor.

Adam sonríe, pero esta vez no es una sonrisa de satisfacción, sino una mueca cargada de oscuridad.

—Lo sé mejor que nadie. ¿Tus sospechas recaen en tu padre, cierto? —inquiere y asiento, sin entender— No estás viendo más allá, Chloe. Vortex no fue saboteado por Andrei. Y Alice, bueno, Alice es solo el comienzo.

Sus palabras caen como una sentencia, y por primera vez en mucho tiempo, siento que algo dentro de mí se desmorona, aunque lo mantengo enterrado profundamente. Papá siempre había sido mi sospechoso principal, el hombre que orquestaba cada paso para destruirme a mí y a Lucas. Pero Adam habla con una certeza que me desconcierta.

Apoteósico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora