Viernes 26/02/21
Hoy me desperté por la luz que entraba por el pasillo. Fui al baño y después me fijé la hora. Apenas si eran las 07:00hs. Decidí volverme a dormir hasta que nos llamen a desayunar, pero ¡oh, sorpresa! Me despertaron por el cambio de sábanas.
Ya me cambié y desayuné. Estuvimos contándonos viejas historias de amor. Fue muy interesante y gracioso. Ahora voy a ponerme a terminar de pintar el zorro para Naty y después voy a leer hasta que traigan el Carrera de Mentes.
***
Resulta que la profe llegó más temprano de lo previsto. Salimos al patio a jugar. Hice equipo con Imperio, Gonzalo, Sami y una señora cuyo nombre no recuerdo. Jugamos contra Martita, el comandante, Marisa y Lucas... Quedamos empatados 2-2. En el proceso del juego vino Giovanni a hacernos el aguante, él es otro paciente que no anda muy bien. Se mareaba y se cayó dos veces el pobre.
Cuando terminamos de jugar yo entre al salón común a seguir pintando. Me puse a pensar en mi familia y en lo mucho que los extraño. Me puse mal porque no me dejaban llamarlos y Creadence me convenció de que ellos tampoco me llamaban a mi porque no les importo. "Sos un fracaso y no vales la pena": era lo único que escuchaba en mi cabeza una vez tras otra. Él se había enojado conmigo por sentirme amado y quería que me lastimara por eso, que me castigara.
Me estaba dando una crisis. Por suerte estaba Imperio conmigo, me trajo un vaso de agua e hizo que llamaran al psiquiatra de guardia. Este quería darme un inyectable, pero lo persuadí para que no lo hiciera porque me dejan muy dopado. Entonces me dio unas pastillas para calmar a Creadence.
Justo después llamó mi mamá por teléfono. Resulta que habían estado hablando con el doctor Costa, quien estaba en la puerta de la clínica. Las llamadas duran solo 5 minutos, así que hablamos poquito, pero por lo menos hablamos. Me dijeron lo mucho que me aman. ¡CREADENCE PUEDES IRTE AL CARAJO!
Cuando termine la llamada le avisaron a Imperio que lo pasan al Blanco, espero que tenga suerte allí.
***
· COSAS QUE SI TE MUESTRAN EN LAS PELÍCULAS: La sala de enfermeros tiene una ventanita que da al comedor y siempre, después de cada comida, todos hacemos una fila frente a esta para recibir nuestra dosis de medicación.
· COSAS QUE NO TE MUESTRAN EN LAS PELÍCULAS: Nadie puede salir del comedor hasta que cuenten todos los cubiertos, por si alguno se hace el listo y se quiere llevar un cuchillo o un tenedor a la pieza.
***
Estaba tan cansado que me dormir. Me despertó un enfermero para merendar. Yo no le hice caso y me volví a quedar dormido. Después me despertó el doctor Costa. Me dijo que si me siento listo, que convenza a mis padres para sacarme y así voy a poder salir de aquí. Entonces, mañana cuando llamen les voy a decir que yo pido el alta. Espero que sea rápido.
Sigo con sueño y, a menos que alguien quiera hacer algo, me voy a volver a dormir.
***
Me desperté de nuevo, esta vez porque llamaron mis hermanas. Hable un rato con ellas (5 minutos). Al colgar una enfermera me presento a Andrea. Es nueva, ya salió del aislamiento pero le da fobia salir de su cuarto. Entonces me quede con ella en su habitación. Pintamos mandalas, le preste mis colores. Le regale una mandarina y ella me regalo un turrón de arroz inflado.
Más tarde fui a cenar, comimos empanadas. Termine he hice la cola para tomar las pastillas y me puse a jugar al metegol con un señor que es sordo. Antes de irme a dormir Sami y Jack vinieron y pusieron música, así que baile con ellos un rato; fue muy divertido.
El señor que estaba sordo no se me despegaba. Me abrazaba y me besaba las manos (¿tal vez era su forma de coquetear conmigo sin hablar?). Me daba un poco de miedo porque era un señor de cómo de 70 años. Me siguió al cuarto y se me tiró encima haciéndome caer a la cama. Yo grite y, por suerte, un enfermero vino enseguida y se lo llevó. Sí, definitivamente el señor me asustaba.
Jack y Jere se quedaron un rato conmigo hasta que me calme. Después, todos nos fuimos a dormir.
Contador de ataques de pánico: 1
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CUANDO TOQUÉ FONDO
Non-FictionPlena pandemia. Simplemente me quebré. Creadence se apoderó de mí. Ya no quise vivir. Miento. Si quería vivir, él no quería que yo lo hiciera. Termine en un hospital psiquiátrico. Termine escribiendo esta historia. Escribir fue lo que me salvó. BASA...