Sábado 20/02/21
Sinceramente esa no fue mi mejor entrada. Estar en una silla de ruedas vomitando por el corredor, definitivamente no es la primera imagen que me gustaría dar de mí a nadie. Sin embargo mi futura compañera de cuarto me vio así: todo vomitado, yendo arrastrado hacia el baño.
¿Por qué estaba allí? No lo entendía. Recién estaba con mi mamá en la sala de la guardia del hospital, y ahora, estoy recostándome en una cama junto a una chica que no me conoce. ¡Qué pena! Pero, a pesar de haber tenido la peor primera impresión de mí, ella fue muy amable. Se presento como Martina. Charlamos un rato, descubrí que le gusta bailar hip-hop. No ve muchas series ni lee muchos libros... No tenemos nada en común.
La enfermera que me trajo le pidió que se retirara un momento de la habitación y me coloco una especie de sedante. No sé qué era en verdad. ¿El clonazepam se puede inyectar?
Enseguida nos trajeron la cena. Ya eran las 21:00hs. y yo había borrado todo un día de mi cabeza. La comida era ensalada con tarta, estaba toda cortada para que la pudiéramos comer con cuchara.
Después de cenar caí dormido rápidamente. Entre sueños y pesadillas recordé todo lo que me había sucedido. Traté de ahorcarme con un cable y después ya no quería respirar más. Mis padres no supieron qué hacer conmigo y me trajeron a la guardia. Fue horrible para mi recordarlo entre sueños.
El resto de la noche casi no pude dormir más: la cama de Martina rechinaba y cada vez que ella se movía yo me despertaba, un señor entraba con una linterna cada dos por tres para asegurarse de que estuviéramos en la habitación y me despertaba, una puerta se azotaba en el corredor y me despertaba... Fue una noche rara.
Contador de ataques de pánico: 1
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CUANDO TOQUÉ FONDO
Não FicçãoPlena pandemia. Simplemente me quebré. Creadence se apoderó de mí. Ya no quise vivir. Miento. Si quería vivir, él no quería que yo lo hiciera. Termine en un hospital psiquiátrico. Termine escribiendo esta historia. Escribir fue lo que me salvó. BASA...