10. La verdadera cara del acosador.

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Este capítulo se correlaciona con el capítulo 7 de "Sin Omega". Nadie me lo pidió pero yo lo incluyo.




Acepté la llamada en mi teléfono, mientras terminaba de desayunar.

- Buenos días. – dije tímidamente.

- ¡Señor Panich, buenos días!

Detecté la efusividad en el saludo. Algo había cambiado en mi interlocutor.

- ¡Señor Rally! Me alegra oírlo. – correspondí de igual manera.

- Señor Panich, acabo de recibir su obsequio. Es un reloj muy lindo... pero no puedo aceptarlo. – dijo y en su última palabra descifré la nota de contradicción.

Sonreí. Había realizado una jugada arriesgada al enviarle ese reloj. El hombre pudo haberlo rechazado tajantemente, si su ética fuera extrema, pero no parecía ser el caso.

- Señor Rally, me sentiría realmente ofendido si rechaza mi regalo. – sostuve con énfasis.

- No puedo aceptarlo...

- En nuestra conversación anterior, expresé mi deseo de conocer al joven Chawarin Perdpiriyawong French, él y sus padres me inspiran una gran admiración. Hace unos años mi padre sufrió de una extraña enfermedad y los doctores Perdpiriyawong y French intervinieron en su caso y salvaron su vida. Mi deuda con ellos es muy grande. Acepté que el joven Chawarin Perdpiriyawong French no puede recibirme y eso me entristece en gran medida, pero gracias a su intervención, señor Rally, mi agradecimiento le ha llegado a la familia Perdpiriyawong y French. ¿Cómo podría devolver el favor? Ese reloj es la única forma que encuentro de hacerlo.

- Señor Panich, usted es una persona realmente generosa, pero aun así, yo no puedo...

- Por favor... señor Rally. No me rechace.

Esperé pacientemente. Estaba completamente seguro de que mi plan no iba a fallar.

- De acuerdo, señor Panich. Aceptaré su obsequio.

- Muy bien, espero que podamos ser buenos amigos, señor Rally. Yo atesoro a las personas valiosas como usted. – Insistí.

- Yo también lo espero, señor Panich y lamento que su encuentro con el joven Chawarin Perdpiriyawong no haya podido llevarse a cabo.

- No tiene que lamentarlo, señor Rally. Comprendo a la perfección la situación. El joven Chawarin Perdpiriyawong es una persona muy ocupada.

- Así es.

Me despedí del señor Rally, pero por la tarde volví a comunicarme con él, pero esta vez no incluí al joven Chawarin Perdpiriyawong en nuestra conversación.

Seguro de que los cimientos de mi plan se encontraban asegurados, pasé a la siguiente etapa: Invité al señor Rally a jugar al golf conmigo.

No me sorprendió cuando al escuchar mi invitación, el señor Rally, la aceptó de inmediato.

Algunas personas encontrarían mi accionar, manipulador o descarado, pero yo no lo veía de esa manera. Necesitaba probarle al señor Rally que yo era una persona de bien, proveniente de una buena familia, con una educación excelente, con vastos recursos y con una personalidad fuerte, decidida y encantadora. Solo así, podría darme acceso al joven Chawarin Perdpiriyawong.

CORONA DE SANGRE (Parte 2: "Con Alfa")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora