Solo debes conseguir dinero para poder pagar la cirugía de tu padre, él no estuvo mucho tiempo en tu infancia, pero...Aún es tu padre, así que deberías conseguir un empleo lo antes posible, sin embargo, no eres muy buena en hacer cosas, cabe recalca...
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☁Narradora Omnisciente☁
Aizetsu rápidamente coloco su mano sobre la boca de Urogi notando que la muchacha de cabellera roja aun si tuviera esas gafas negras se notaba el enojo en su mirada, Sekido simplemente se paso el antebrazo por los labios quitando algo del labial que le había quedado a consecuencia del beso de la chica.
—...Ejem, lo que decía anteriormente. Que ironía que Dai se ve así y no como me la imaginaba...Supongo que por algo Sekido-san no me había describido su apariencia, tal vez por vergüanza a que su 'nueva novia' es bajita y que parece una niña del kinder, lo peor es que usa el color azul, que estúpido—Comento ella con burla mirándote de forma fija.
-Ah, bueno, ¿Qué problema tenés con que sea bajita? Por lo menos no soy una pinche jirafa emo-Rayita, cagaste. 🤠
Una vena se formo en el sien de la mujer y frunció el ceño ante tu vulgar respuesta, estando a punto de decir algo, Aizetsu te agarro suavemente la mano llamando tu atención, él se veía nervioso pero determinado.
—Me disculpo por interrumpir su conversación, pero debo de llevarme a Dai para preparar té...—Mintió con la verdad para librarte del problema por ahora.
Los dos habían entrado a la cocina, Aizetsu puso agua en una tetera y la coloco en la cocina para hervir el agua, sacando un par de tazas que fueron siete en total, todas con un dibujito decorativo; La primera con un rayo rojizo, la segunda una planta verde, la tercera como una gota de agua azul, la cuarta era una pluma de águila, la quinta un dragón de madera, la sexta una araña y la última una mariposa azul. Eran bonitas pero con crueles significados por así decirlo, saco una pequeña cajita que tenía guardada en el bolsillo, era una cajita color beis con un lazo celeste, lo dejo en la mesa mientras se iba a la heladera o a fijarse lo del agua, no te dijo nada, solo lo dejo allí en la mesa justo cerca de ti, pero nunca te dijo que la abrás, así que solo te quedaste con la duda...
—Abrela en la noche si tienes tiempo—Comento el ojiazul sin voltear a verte, aún seguía en lo suyo.
-...-Con calma lo guardaste en el bolsillo de tu sudadera, no sabías lo que era, pero acatarías a su petición.
Pasaron unos cortos minutos para que el agua llegase a hervir lo suficiente para indicar que ya estaba preparada para beberse, el moreno de ojos azules lo sirvió en las tazas sirviendo primero en la de mariposa azul y luego el de la araña, era como una indicación de 'las damas primero', aunque no comprendías muy bien el verdadero significado a esta acción suya, creíste que solo lo hizo por caballerocidad pero al final no era solo por eso. Acabando de preparar el té, de la heladera retiro una bolsita transparente con un lazo celeste con una pequeña nota en cursiva de un boligrafo negro, la nota decía algo pero solo llegaste a leer lo último que era la firma de la madre, '-Nakime 🥀', algo que decidiste no preguntar, solo observaste como Aizetsu ponía las galletas en un tazón y en una bandeja coloco las tazas y el tazón para así llevarlos a la sala donde se encontraba el resto, charlando, en un ambiente sombrío y oscuro en el cual solo Karaku y Urogi animaban el ambiente pero solo duraba cinco segundos debido al semblante de cierta mujer e cabello rojo y dos negros que eran los más serios entre ellos y seguramente lo sacaron de su madre.
