Walls Cave In

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Otro día más amanecía en la mansión Gleeful. William ayudaba Ford Pines a vestirse, gracias a su rápida atención se veía mucho mejor pero aún quedaban secuelas de las heridas que tenía.

Con paciencia y dedicación Will abrochaba la camisa amarilla del nuevo conjunto que le había dado, pues la ropa con la que había llegado estaba llena de sangre y tierra además de estar completamente rota. Ford seguía impresionado con esta nueva criatura, definitivamente era muy distinto a Bill en cuanto a actitud por más que sus rostros parecían una copia (muy aparte de la vestimenta, el cabello y los ojos) aunque no quería confiarse puesto que en el pasado había sido un terrible error, lo cierto es que le causaba cierta fascinación ver la atención que ponía a su cuidado.

En su mente solo podía enlistar las diferencias entre los dos seres:
William usaba ropa clara, en su mayoría un blanco puro y celestes tono pastel, además de siempre ir pulcro con todos esos sacos, pantalones de vestir y camisas de botones, aunque elegante trataba siempre de ser modesto. Muy por aparte de que su Bill siempre era extravagante con ropa oscura, joyería por todos lados y el amarillo chillón que tanto presumia. Tanto la ropa como la personalidad de cada uno iba a juego siendo opuestos todo el tiempo. Bill estaba lleno de energía, siempre con las cosas imposibles y disparates que salían de su boca, esa energía y carisma es lo que le había cautivado en primer lugar para empezar.

Pero Will... Will era dulce, nunca levantaba la voz, tan dócil e inclusive tímido, reservado y aún así era bastante tierno. Se repetía a si mismo que podía ser una fachada, después de todo Bill había jugado sucio diciendo ser su amigo y su musa, ¿Porque tendría que ser diferente con el chico frente a el? Le había ayudado, es cierto. Pero igual Bill había sido su salvavidas en su momento. "No confíes en nadie" era su nuevo lema después de todo.

William era ajeno a todos esos pensamientos. Ni siquiera se percataba de la manera en la que Ford le miraba, le ayudo a ponerse un chaleco y después acomodo el cuello de la camisa, en sus adentros Will estaba feliz pues el humano ya no parecía estar a la defensiva como en un principio.

-Listo, pareces estar mejor.- dio una suave sonrisa bastante satisfecho con su trabajo.

-No tenías que molestarte, ya haz hecho mucho por mi.

-No es nada, lo digo en serio. ¿Listo?- luego de ver cómo Ford asentía le pasó las muletas. -con cuidado, no vayas a caer.

-Estoy bien.- al castaño le causaba algo de gracia lo mucho que se preocupaba William incluso por pequeñeces. Cuando el peliazul abrió la puerta salió con ayuda de las muletas. William aprovecho ese momento para cambiar su ropa a una bastante más casual, conservando claramente su estilo clásico.

Mientras se cambiaba quitó con cuidado el broche de rosa que había sido el último obsequio de su Stanford, para el era como un tesoro. Luego de haberse cambiado volvió a colocarselo en el pecho.

Fue entonces cuando ambos decidieron salir por los enormes jardines de la mansión. Después de tanto tiempo atrapado en su habitación William prefería respirar el aire fresco, además consideraba que también le haría bien a Stanford.

De hecho le resultaba un poco irónico, a su Stanford Gleeful le había tocado cuidarlo y atenderlo, pero con este Ford era el mismo quien lo cuidaba. Aquellos pensamientos cruzaban con su mente cuando vio que a Ford se le cayó el libro donde hacía sus anotaciones. Se acercó rápidamente al ver cómo ya se inclinaba para recogerlo.

-Dejamelo a mi. No debes de inclinarte si ni siquiera puedes caminar apropiadamente.

-Gracias de nuevo William.- ni siquiera tenía caso comentarle que el podía, le cumpliría el capricho a Will de poder ayudarlo sin protestar. En su lugar le dio una sonrisa genuina.

Come with me (Reverse Falls) Human Will {FordxWill} {WillFord)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora