La antagonista. Eso es lo que como Natalie Grissom, ocupa en una novela.
Aquella villana que odian los lectores.
Natalie, se cansó de ser aquella chica mala, o algo parecido. Se cansó de ser tachada de zorra solo por hacerle la vida de cuadros a la...
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Más que tensión sexual.
Después de la cena amistosa con Asher el día de ayer, quedamos en salir otro día para pasar el rato y charlar.
Sí, porque también se mantener conversaciones fluidas con las personas y no superficiales como la mayoría de la gente lo cree o que sólo puedo tener charlas con los hombres en la cama.
El día de hoy me encontraba en el colegio, un día más aburrido como otros días anteriores. Grace se encontraba conmigo, tomando el sol desde el césped, con unos anteojos para sol y con una sonrisa pícara.
— ¿Y fue todo lo que pasó? — pregunta Grace por último al escucharme con atención todo lo que sucedió con Asher la noche anterior.
— Aunque no me lo creas nena, sólo charlamos — le digo, mirando hacía el cielo, cerrando mis ojos al sentir los rayos de sol quemar mi frente.
— ¿Y es estúpido como su hermana o si tiene tema de conversación?.
Suelto una carcajada, bajo mi mirada para ver por completo a Grace y vuelvo a reír.
— Me sorprendió demasiado, sin duda es alguien muy inteligente e interesante — coloco mi mano al ras de mi frente y la dejo ahí, cubriéndome del sol.
— Así que interesante Natalie ¿eh? — Grace mueve sus ambas cejas tratando de jugar con ellas, suelto una carcajada la cual es acompañada con la suya.
— Sí, después de todo puede que me sirva de algo — muerdo mi labio al recordar su rostro en mi mente, sin duda era alguien muy guapo, demasiado guapo e interesante.
— Joder, ¿no tendrá algún primo?.
Ambas soltamos una carcajada de nuevo.
— Poniéndonos un poco más serias, ¿investigaste algo? — me levanto del césped con cuidado de que no se me viera algo, traía puesto una falda negra un poco corta, con una blusa beige de tirante un tanto sencilla, con un escote tipo V y la blusa tenía en sí una abertura a la altura de mis pechos a mi ombligo.
Hoy era el día libre donde podíamos no traer el uniforme escolar, por lo cual eran mis días favoritos. No negaba que el uniforme se me miraba divino, pero venir a presumir de mis atuendos me era divertido y excitante. Ya que me encontraba con cualquier tipo de miradas y en especiales las de Liam, que sin duda iba a extrañar.
— Sí, investigue un poco pero es lo mismo de siempre, se conocen desde antes, no sabría decirte en donde o cómo o desde que fecha.
— ¿Quién te lo dijo?.
— Luke, sólo me bastó darle una buena mamada y obtuve esta poca información — muerde sus labios al recordar lo mencionado y hago una muesca de asco al imaginarlo.
