C A P Í T U L O 9.

8 2 0
                                    

Confesiones y realidades

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Confesiones y realidades.

Desvío mi mirada de la puerta del aula y la centro nuevamente en Asher, quien sigue congelado en su lugar y le sonrió, tratando de calmarlo. Me levanto de su regazo mientras me acomodo la falda.

— ¿Asher? — Mabel pregunta desde la puerta del Aula, a su lado, Liam sigue mudo y mirando el panorama frente a él.

Cabro n, sabía a qué venía aquí y tiene el descaro de quedarse así de mudo.

— Hermanitaaa — Asher sale de su trance y se levanta de un salto, se arregla el pantalón y se coloca detrás de mi, tratando de evitar que ellos miren su entrepierna despierta.

— ¿Qué carajos hacen? — Liam habla por fin, da pasos largos hacía nosotros y sin pensarlo, toma del cuello a Asher y lo lanza al sillón de nuevo.

Jadeo, impresionada por la actitud repentina de Liam. Este se encuentra colgado del cuello de Asher y diciéndole unas cuantas cosas.

— Detente ya Liam — le digo, tratando de quitarlo de encima de Asher, quien esté empezaba a toser en busca de oxígeno.

— Basta, lo vas a matar, carajo — chilla Mabel en su lugar, tira su mochila al suelo y corre al rescate de hermano.

Ruedo los ojos al ver lo dramática que era.

Mabel trata de mover a Liam por el hombro, lo toma de ahí y lo jala pero este no se mueve ningún centímetro.

— Liam ya déjalo, por el amor a Dios — vuelve a chillar como si le acababan de pisar la cola, haciendo que Liam regrese en sí y le haga caso.

Par de estúpidos.

Asher comienza a toser más de lo normal en busca de oxígeno, Mabel lo abraza y mira con rencor a Liam, quien este me voltea a ver con sus ojos llenos de furia y odio.

¿Ahora se viene a hacer el celoso?

— ¿Estás bien Asher? — pregunto, ignorando la mirada penetrante de mi ex novio. Asher en su lugar, aún con la pelirroja entre sus brazos, asiente con la cabeza. Le sonrió con algo de culpa y asiento.

— Necesitamos hablar a solas Natalie — Liam me toma del antebrazo, logrando que enfoque mi vista de nuevo en él y ruego los ojos, aburrida de su actitud.

¿Ahora si te conviene hablar?

— Yo no tengo nada que hablar contigo — trato de soltarme de su agarre pero me fue imposible, en vez de soltarme, me toma con más fuerza haciéndome gruñir del dolor.

En los Zapatos de Natalie |Libro 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora