La antagonista. Eso es lo que como Natalie Grissom, ocupa en una novela.
Aquella villana que odian los lectores.
Natalie, se cansó de ser aquella chica mala, o algo parecido. Se cansó de ser tachada de zorra solo por hacerle la vida de cuadros a la...
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Una pelirroja malvada.
Mi historia comienza conmigo misma caminando entre los anchos pasillos de la preparatoria junto a mi amiga Grace, ambas entrelazadas de un brazo, meneando nuestras melenas, la de ella de un tono castaño/negro y el mío un pelirrojo brillante. Ambas sabemos que atraemos las miradas de cualquier persona que esté caminando a nuestro alrededor y en vez de sentirnos incómodas por ellas, nos sentimos de una forma deseadas, admiradas y hermosas, al menos es lo que yo puedo lograr a sentir a través de ellas.
A tres pasos de llegar al final del pasillo, justo donde se encuentra el casillero de Grace, detenemos nuestra caminata y con ella, se termina el desfile de miradas.
— Me da mucha risa como se quedan embobados mirándonos sin importar si sus novias nos miran— Grace murmura un poco bajo, ya que aunque sea una desquiciada conmigo y con nuestros amigos, ella sigue siendo la misma chica tímida muy en el fondo.
— Lo sé, también me da risa y un poco de pena por sus novias, pero no tengo la culpa que tengan como novio a un patán que no las respeten— digo mientras me recargo en el casillero continuo al suyo.
Estaba un poco ansiosa, hace ya dos días que mi novio no venia a la escuela y eso me mantenía un tanto inquieta, ya que no tuve la oportunidad de ir a su casa a verlo pero si pudimos hablar por teléfono, solo tenía una gripa común, nada de que preocuparme, pero su ausencia me ponía nerviosa y triste.
— ¿Liam ya vendrá por fin o aún no?— Grace cierra su casillero después de tomar todo lo necesario de él. Toma su bolso pequeño y caro entre sus dedos para colocarse la correa sobre su delicado hombro. Sin duda ella era muy preciosa y delicada.
— Eso parece, anoche me dijo que si, que ya estaba mejor, pero ya sabemos como es Liam— tomo su brazo con mi mano y lo entrelazo con mi otro brazo para agarrar rumbo nuevamente pero esta vez hacia el salón que nos tocaba la primera clase.
Al llegar al salón, nos separamos para poder ir a tomar asiento en nuestros respectivos asientos, ella delante de mi.
— Me comentaron que hoy iban a ingresar dos alumnos nuevos, no tengo idea si es mixto— Grace voltea rápidamente al mencionarme aquello, no sin antes tomar de su cabello en un chongo esponjado y grande, suelto una risilla.
— Los chismes corren al parecer muy rápido—
Digo sin más, para después posar mi vista en la puerta y ver cada persona que entra por ella. Sin apartar la vista de ella, saco mi labial rojo de mi estuche y me lo paso por los labios, logrando que cada chico que entrara por la puerta se detuviera un poco al verme.
