EL EXTERMINIO

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Capitulo IX: El EXTERMINIO.

Japón Año 1838 D.C:

En un hermoso bosque lleno de plantas, aguas limpias, y sin contaminación, una pequeña aldea tenia muchos problemas en estos momentos.

Son unos monstruos!!! – dijo una mujer molesta, que fue golpeada y asaltada por varios bandidos, como muchos aldeanos.

El bandido le arranco el collar que llevaba con una risa burlona – jajaja agradecemos sus lindos donativos para garantizar la seguridad de su pueblo – dijo el líder riéndose.

Todos estaban frustrados, pero eran simples granjeros, no podían enfrentarse a guerreros armados.

Jejeje como saben el bosque puede ser muy peligroso, no querrán que algo malo les pase – dijo el líder haciendo reir a todos sus hombres.

Luego burlándose de las desgracias de la gente se alejaron en una carroza, sin saber que alguien los estaba viendo.

Bosque:

Mientras la carroza se movía atreves del bosque, los bandidos admiraban fascinados todo lo que le robaron a la aldea.

PUM!!!!!

AARGG,,,, - de pronto la carroza se detuvo, el jefe salió a ver que sucedió, y vio a todos sus caballos simplemente parados.

Que les pasa animales estúpidos – gruño el bandido viendo que sus animales no se movían, entonces vio que el hombre que los dirigía, estaba muerto.

Prepárense!!! – ordeno el jefe, y todos sus hombres sacaron sus armas, y comenzaron a ver los alrededores, tratando de ver quien los seguía.

Comenzaron a moverse, uno paso paso cerca de un arbusto.

Uyh!!! – y algo lo agarro y se lo llevo.

Ahí esta!!! – todos se acercaron al lugar, pero no había nadie.

Oah!!! – luego una soga bajo y atrapo a otro, dejando solo a tres.

Donde estas!!!! – grito el líder furioso.

Aquí .- dijo una voz detrás de el.

Aldea:

Todos los aldeanos se encontraban muy molestos, otros deprimidos, algunos perdieron los tesoros de su vida, y no había forma de recuperarlo.

Mamá mira – dijo un niño.

Todos los aldeanos se preocuparon cuando la carroza de los bandidos se dirigía hacia ellos.

Se abrazaron unos contra otros, esperando lo peor, pero cuando la carroza finalmente llego frente a ellos, se detuvo, y nadie bajaba.

Entonces un hombre se acerco, y al abrir la carroza, grito de la sorpresa.

Todos los aldeanos se acercaron, y vieron todas sus pertenecías, pero lo que les aterro, fueron todos los bandidos, amarrados unos a otros, sin manos ni ojos.

Era una imagen muy aterradora, quien habrá sido el causante de esto.

Montaña:

En la cima de una montaña, en un hermoso prado, lleno de arboles hermosos, y muchos con frutas, también varios cultivos, un hombre rubio camino hacia la casa del lugar.

Al ingresar se quito su equipo y zapatos – llegas temprano querido – dijo una voz, el hombre volteo con una sonrisa para ver a su esposa.

Al ingresar se quito su equipo y zapatos – llegas temprano querido – dijo una voz, el hombre volteo con una sonrisa para ver a su esposa

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