Érase Una Vez Un Sueño

Capítulo 12

-Per-

-Esta bien, aquí dice que necesitamos una lágrima y yo nunca lloro -dice Mal batiendo la mezcla.

-¿Rebanamos unas cebollas? -propone Carlos.

-¡No! -reprende Mal poniendo los ojos en blanco -. Dice que necesita una lágrima de tristeza humana y está poción es la mejor así que no hay que equivocarse -concuerda Evie.

-Si lloras da igual -comenta Jay con fastidio.

-Eso no es cierto, Jay. Tienen anticuerpos y encimas, pero una lágrima emotiva tiene más proteínas que una lágrima de dolor -informa Evie.

La observo una sonrisa.

-Si que has leído -la felicita Mal.

-Si, lo sabía -afirma Jay.

Suelto una carcajada.

-Claro que no -se burla Carlos.

-Por supuesto que sabías, si eres el que más estudia de nosotros -me burlo también.

-Claro que si -reitera.

-Hay que pensar en algo, tengo que terminar esta receta antes de las nueve -comenta la peli morada.

-¿Y por qué antes de las nueve? -indago.

Enfoca la mirada en la masa tratando de evitar la mía.

-Flynn me invitó a una cita, o algo así -suelta fastidiada -. Me va a llevar a un festival en un pueblo cercano.

Evie cubre su boca escondiendo una sonrisa.

-¿Por qué no nos habías dicho nada? -pregunta dando saltos de alegría.

-Porque sabía que te pondrías así -pone los ojos en blanco.

-Me sorprende que le hayas dicho que si -le dedicó una sonrisa.

Deja el cucharón en la masa y enfoca la mirada en mi.

-Es que hoy va a ser la última vez que me vea solo como Mal, a partir de mañana me convertiré en la novia de Ben y nuestra relación cambiará completamente -me sonríe sin mostrar los dientes y sube los hombros.

No hizo falta que lo dijera, pero entendí completamente qué quiso decir.

Fue su manera de hacerme entender que no era la única que perdía a alguien importante.

La puerta de la cocina se abre tomandonos por sorpresa.

-¡Ahí estás Mal! Te estaba buscando.

La chica asiática que estuvo en nuestra habitación hace unos días nos observa con una sonrisa.

¿Cómo se llamaba?.

Tonnie, Bonnie, Lonnie.

Era algo así.

Mal cubre el libro con una servilleta poniendo su mejor actitud de "aquí no sucede nada".

-Sabes, todas las chicas quieren que les arregles el cabello.

Mi hermana le muestra una sonrisa forzosa.

-¿Bocadillo nocturno? ¿Qué están haciendo?.

-Nada especial -le resta importancia -, solo galletas...

Rápidamente mete su dedo en la mezcla.

-¡No, no, no, no! -gritamos todos a la vez.

Estamos fritos.

La chica nos mira extrañada mientras saborea la mezcla.

-¿Qué? No voy a mojarlo otra vez.

-Bien, ¿Sientes algo? -cuestiona la peli azul.