—Per—
—Adelante —me responden desde adentro.
Abro la puerta sujetando fuertemente la canasta entre mis manos.
—Hola amor —saludo al ver la coronilla de su cabeza sobre una pila de papeles —. No te he visto en todo el día, imaginé que estarías aquí repleto de trabajo —camino en dirección al escritorio.
Al llegar encuentro a un Ben sumamente cansado con anteojos.
Se ve tan lindo cuando los usa.
—Lo lamento, quería verte antes de venir pero no te encontré —se levanta de la silla.
—Olvida eso. Traje algo de comer, toma un descanso —agarro su mano y lo guío hasta uno de los sillones.
Coloco la canasta en la mesita y voy sacando los aperitivos.
—Supuse que no has almorzado, espero que te guste.
Ben me dedica una sonrisa antes de agarrar uno de los sandwiches.
—Todos estos papeles están relacionados con el problema en la embajada de Corona.
—El problema ya se resolvió, pero si, en parte si.
Asiento.
—¿Cómo estuvo tu día? ¿Qué hiciste hoy? —pregunta dándole vistazos ocasiones a la comida.
—Fui a clases, almorcé con Evie y Mal y al terminar las clases merende con las chicas.
—¿Las chicas?.
—Evie, Mal, Ayla, Tessa y Melody.
Me observa con una sonrisa.
—Hiciste muchos amigos.
—Sorprendentemente.
—Para mi no es ninguna sorpresa, cualquiera que se tome el tiempo de conocerte, te amará.
Le dedicó una sonrisa.
—Solo lo dices porque tú me amas.
—Que te amé es solo un ejemplo de lo encantadora que puedes llegar a ser.
Pongo los ojos en blanco divertida.
—Tengo algo para ti —se levanta del sillón y camina hacia su escritorio.
Se regresa rápidamente con una caja entre sus manos.
—¿Qué es esto?.
—Solo un pequeño regalo un poco egoísta —me extiende la caja.
La abro encontrándome con un celular con un forro negro con brillos.
—¿Un celular? —lo miro confundida.
—Después de buscarte pensé que si tuvieras un teléfono habría sido más sencillo saber dónde estabas.
—Ahora entiendo la parte de "un poco egoísta" —sonrió —. No tienes que hacerlo, Ben. Podemos encontrar otra manera.
—Si no te sientes cómoda no lo uses, pero quiero que lo tengas. Lo compre pensando en ti.
Lo guardo nuevamente en la caja y lo observo con una sonrisa.
—Gracias.
—De nada.
Me acerco y le doy un suave beso.
—¡Señor! —la puerta se abre de golpe —. La reunión de consejo es en diez minutos.
Me giro a ver a Lumiere y este me dedica una pequeña reverencia.
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Érase Una Vez Un Sueño
FanfictionHabía una vez, en una sombría isla un grupo de chicos haciendo travesuras. De repente un día fueron elegidos para dejar la isla, los chicos la abandonaron con un plan entre manos. Juntos llegaron a Auradon, confiando entre ellos para lograr su comet...