Capítulo 11

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Per—

Suelto un suspiro observando la puerta como si está fuera decirme que algo.

Llevo como diez minutos de pie frente a la habitación deliberando que hacer.

Hasta hace unas horas estaba completamente segura de lo que iba a decirle a Mal. No obstante, Ben y nuestro arrollador beso borro toda la claridad que había en mi mente.

Está mañana desperté con una doloroso pensamiento, desperté derrotada aceptando que el plan de Mal era la mejor opción para llegar hasta la varita. Lo analice y repase toda la noche hasta quedarme dormida, y no pude encontrar una forma de refutar su ingeniosa idea.

Así que decidí dejar ir a Ben por el bien de mis amigos.

Aunque yo me sentía como un barco a la deriva en la isla, de la misma forma en que me siento en Auradon, ellos son un faro en medio de la niebla que es mi vida.

Estaba más que decidida y luego Benjamin Florian Beaumont me beso, y todo cambio a una nueva perspectiva.

Suelto otro suspiro.

Tengo que elegir, estar con Ben, o estar de lado de mis amigos.

¿Qué debo hacer?.

Pego suavemente mi frente de la fría madera.

Hay días en los que quisiera ser completamente una villana, olvidarme de los sentimientos y la cursilería y hacer lo que se me viniera en gana con tal de cumplir mi objetivo.

Siempre he sabido que soy diferente, que mi personalidad noble y mi timidez no eran características de alguien de la isla, pero Mal y los chicos estuvieron junto a mi haciéndome sentir menos peculiar.

Muy bondadosa para los estándares de la isla, muy mala para Auradon.

Suelto una risa sin gracia.

Soy una contradicción con lindo cabello.

Por fin abro la puerta encontrándome una melena azul en la mesa de centro.

—¡Per! —chilla apenas me ve.

—Hola Evie —le dedicó la mejor sonrisa que puedo.

Me doy la vuelta cerrando la puerta aún con mi fingida sonrisa en los labios.

—Per.

Su inconfundible voz llega hasta mi haciendo que mis labios formen una mueca.

Giro encontrando a la causante de mi arrebato de anoche de pie junto a una de las camas.

—Mal —me limito a decir.

Sus ojos se cristalizan al verme.

Nunca había visto a Mal mostrar tantas emociones, es como si al cruzar la barrera también se hubiera desecho de su frialdad.

Abre la boca para luego cerrarla rápidamente.

Quiere decirme algo pero no haya las palabras. Quizás busca una manera de decirme "perdón" sin decirlo realmente.
Es una de las reglas que tenía mamá, una villana nunca se disculpa, el mundo es quien tiene la culpa de hacerte perder el control.

Supongo que la voz de mamá debe estar sonando en su cabeza.

Ya quiero que terminemos con esto así que aceptaré cualquier cosa que vaya a decir y pasaré la página como si nad...

Érase Una Vez Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora