Capítulo 13

52 5 0
                                    

—Ben—

Recorro los pasillos rápidamente.

Observo a todo el alumnado buscando la melena rubia que me quitaba el sueño.

Está mañana desperté completamente solo en mi habitación, no había rastro de esos ojos marrones y esos labios rojos que me encantaban, creí que la encontraría en el baño o que en algún momento volvería a deslumbrar mi día con su hermosa sonrisa, pero no fue así.

Después de unas horas emprendí mi búsqueda, han pasado cinco horas desde ese momento.

Es increíblemente buena para evitarme, no hay rastros de su perfume, ni de su voz, ni de su presencia.

Así no es como me imaginé que amanecería el día de hoy, estaba seguro que lo primero que vería al despertar era su piel blanca bañada con la luz del sol cubierta únicamente por mis sábanas, la besaría cuando sus ojos se abrieran, ella me respondería con una sonrisa y caminaría por todo el plantel de su mano siendo el hombre más feliz del universo.

Ahora solo puedo pensar una cosa, ¿Qué fue lo que sucedió?.

¿Hubo una señal, un mensaje o un indicio de su parte que explique este cambio repentino de actitud? ¿Hubo algo que pase por alto?.

Ella dijo que lo único que quería era que su primer beso fuera conmigo, eso significa que le gustó, y si le gustó, ¿Por qué se fue de esa manera?.

Puede ser que se haya encontrado con Aubrey antes de nuestra cita, le haya metido ideas erróneas en la cabeza haciéndola flaquear.
No, no puede ser, ya estaría aquí restregandome que Per huyó dejándome destrozado.

¿Hice algo malo? ¿La presione de alguna manera anoche? ¿No debí llevarla a mi habitación? ¿Mis sentimientos la asustaron?.

Y si en realidad no siente nada por mi, ¿Qué pasará conmigo?.

—¡Andando! —unas chicas unos años menor pasan frente a mí —. ¡Nos vamos a perder la obra y es el turno de Henry!.

Me detengo en seco.

¡La obra! ¿Cómo no se me había ocurrido?.

Salgo corriendo hacia el auditorio, entro rápidamente buscando un asiento disponible entre la multitud de chicas que ocupan en el lugar.

Encuentro uno justo en el centro y voy hacia el sin pensarlo mucho.

Una vez sentado puedo sentir mi corazón acelerado.

Calma, tienes que mostrarte sereno. A las chicas no les gustan los hombres desesperados, y mucho menos aquellos que ruegan por una explicación.

Las cortinas del telon se abren dejándonos ver a Henry en medio del escenario.

—¡Aah! Es tan lindo, lo que daría por ser su co-estrella —comenta una castaña a mi lado.

—Al parecer Henry está interesado en ella, en su co-estrella —divulga su compañera —. Supuestamente lo vieron persiguiendola está mañana mientras le confesaba sus sentimientos.

Siento un puñal clavándose en mi corazón.

No, por favor, mi Per no.

—¿Y qué dijo la chica? —indaga una pelirroja.

—Se fue, así sin más —revela —. Es una tonta, ¿Quién no podría enamorarse de él?.

Unos tacones resuenan por todo el lugar dando entrada a un ángel.

Per lleva el mismo vestido que uso en nuestra cita, con un maquillaje un poco más recatado.

Da pasos seguros por el escenario y mi respiración se acelera.

Érase Una Vez Un SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora