Después de ser poseído por un viajero en el tiempo, alcancé la cima de mi vida

Capítulo 63: Pueblo de Nanshan

El pueblo de Nanshan no quedaba lejos del pueblo, pero estaba en dirección opuesta a Yanghe; uno se ubicaba en el extremo este y el otro en el oeste. Al parecer, cuando el dueño del criadero de Nanshan eligió el lugar, ya había considerado la cobertura de su clientela.

El dueño del criadero de Nanshan se llamaba Fang Cheng, un hombre rechoncho con un rostro brillante y varias líneas de carne, que lo hacían parecer bien alimentado. Cuando Liu Chengfeng llegó con una gran multitud de personas a su granja, Fang Cheng estaba ocupado dando órdenes a los trabajadores, haciéndoles verter grandes cubetas de alimento para pollos en unos comederos de piedra, como si estuvieran alimentando cerdos.

Liu Chengfeng frunció el ceño al observar la escena.

Todo el lugar estaba completamente desordenado, con maleza por todas partes y pequeñas piedras dispersas entre la vegetación. Había excrementos secos de pollo y restos de alimento esparcidos por el suelo, sin que nadie se molestara en limpiar. Cerca de los comederos, varios pollos revoloteaban, esparciendo el alimento por todas partes.

Era un caos sucio y desorganizado.

Liu Chengfeng apretó los labios en señal de disgusto. Incluso sin ser un experto en crianza de pollos, era obvio que este lugar no parecía ser un criadero adecuado. Para los ganaderos profesionales que lo acompañaban, la situación era aún más alarmante.

Fang Cheng comenzó a sudar frío.

Durante los últimos días, debido a los rumores sobre una epidemia de gripe aviar en la ciudad, los beneficios de la cría de pollos habían disminuido. Fang Cheng había perdido el interés en la granja y había centrado su atención en otros tipos de ganado, dejando a los trabajadores encargados de cuidar a las aves sin supervisión adecuada, esperando que la situación mejorara por sí sola. Pero, para su desgracia, ahora tenía a Liu Chengfeng en su puerta.

Fang Cheng, que frecuentaba las reuniones de comerciantes en la ciudad, reconoció de inmediato a algunos de los ganaderos que acompañaban a Liu Chengfeng como sus competidores, aunque no tenía idea de por qué estaban allí. Una sensación de mal augurio lo invadió mientras se adelantaba para recibirlos.

—¿A qué se debe su visita, señor Liu? —preguntó Fang Cheng con una sonrisa forzada.

Liu Chengfeng resopló con frialdad: —En vista de los recientes rumores sobre la gripe aviar en la ciudad, estoy aquí para investigar y asegurarme de que no haya riesgos para la salud pública.

El rostro de Fang Cheng cambió de color.

Sabía bien lo que ocurría en su granja. El alimento para pollos que utilizaba no era comparable al de otras granjas. Si las otras granjas usaban alimento de alta calidad, el suyo solo podía clasificarse como de tercera o cuarta categoría.

Aunque su expresión era cambiante, Lu Da Lang no tenía intenciones de dejarlo escapar. Con una sonrisa irónica, comentó: —He oído que los pollos de la granja del señor Fang pesan dos jin más que los pollos normales y que, además, no afecta la calidad de la carne. ¿Es cierto que se pueden vender después de solo cincuenta días?

Cuando Jiang Zhou abrió su restaurante de hot pot, Fang Cheng fue uno de los primeros en replicar el modelo con su propio establecimiento. Nanshan proporcionó una gran cantidad de pollos, y Lu Da Lang, curioso, se había tomado el tiempo de investigar. Gracias a esto, supo que en Nanshan los pollos estaban listos para la venta en solo cincuenta días, mucho antes que en otras granjas.

La multitud estalló en comentarios.

—¿Solo cincuenta días? —alguien exclamó con asombro.

—¡Nosotros tardamos más de tres meses en criarlos! —agregó otro, sorprendido de que Nanshan pudiera hacerlo en tan poco tiempo.