12.

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L.

Aquel beso con Jennie se había tornado diferente, ahora era hambriento y tan ardiente, la temperatura en el ambiente estaba subiendo, las manos de Jennie se sentían como dos bolas de fuego por mi piel, sus besos como si de una necesidad se tratase llevó sus besos a mi cuello, pude sentir como dejaba marcas por mi cuello.

—Lisa, por favor follame—su aliento goleaba mi cuello con cada palabra que me hacia estremecer, con rapidez aun en aquel jacuzzi lleno de agua espumosa tomé a Jennie de la cintura y la levanté con cuidado para sentarla en mi miembro el cual se ponía cada mas firme debajo de ella, me sentía en las nubes con el coño de Jennie rozando mi miembro, moría por entrar. Con hambre la besé.

Tome mi miembro con mi mano y lo dirigí a la entrada de Jennie, era perfecto, bastante cálido y ajustado, como si fuese solo para mi, entré en ella con cuidado mientras mi lengua en su boca también hacia lo mismo.

—¿Así esta bien?—me separé para asegurarme mientras la veía a los ojos, parecía que no podía hablar así que solo asintió con los ojos cerrados fuertemente. 

Al saber su respuesta continué hasta que ella estaba completamente sentada sobre mi miembro erecto y palpitante, era tan cálido y abrazaba tan bien mi miembro, tomé las caderas de Jennie con mis manos haciendo que mi miembro entrara y saliera de Jennie. Los jadeos que ya casi eran gemidos se escapaban de los labios de Jennie, era tan sexy escuchar sus gemidos por toda la habitación.

Con fuerza hale de su cabello hacia atrás haciendo que saliera un jadeo casi gemido de su boca, al escuchar eso hice que mi miembro entrara más rápido dentro de Jennie. estaba segura que si Jennie volvía a morder su labio inferior de aquella manera en que lo hacía me correría dentro de ella ahora mismo.


R.


Mis ojos se abrieron lentamente, miré de tras de mi viendo a una muy sexy Jisoo desnuda a mi costado, entonces como si de un disparo de imágenes de tratase recordé que habíamos tenido sexo, sonreí al recordarlo, con cuidado acerqué mi trasero a la pelvis desnuda de Jisoo e hice pequeños movimientos intentando despertarla, una vez pude sentir como se removía en su lugar cerré mis ojos fingiendo estar dormida aun.

—Rosé, ¿Estas despierta?—escuché la voz ronca de Jisoo cerca de mi oído, pero me contuve  y no respondí, seguía plenamente "dormida".

En breve pude sentir como dejaba húmedos besos en mi cuello y yo disimuladamente llevaba cada vez mas mi trasero hacia su pelvis, es como si su pelvis fuese un imán y mi trasero de metal, me causaba tantas sensaciones y sentimientos con tan solo tenerla cerca y sentir su calor.

—Jisoo...basta—dije con la piel erizada y la voz casi jadeante.

—Valla, si estas despierta—tomó mi rostro y lo acercó al suyo con cuidado, me di la vuelta y la besé.

Fue el mejor beso del mundo, el mejor que jamás haya dado o el mejor que recibí, sus labios eran como un  elíxir, era como tocar el cielo con la punta de los labios, o como recostarse en las nubes.

Nos separamos de aquel glorioso beso para tomar aire. Subí con cuidado y como si de una necesidad se tratase en su pelvis, una vez e esa posición comencé a dar movimientos hacia delante y hacia atrás lentamente y después me acerqué a sus labios peligrosos para besarlos una vez más.

Con cada movimiento podía sentir mi centro humedecerse y palpitar de una manera sobre natural, puse mis manos en cada lado de la cabeza de Jisoo para no caer. Mordí su labio inferior con hambre, sentí como Jisoo jadeo en mis labios, Perdí el control.



L.

Ahora mojando la cama con nuestros cuerpos empapados y mis embestidas que hacían que Jennie jadeara y suspirara, la cama se movía tan fuerte que podría jurar que probablemente se desplomaría con nosotras encima de ella, estaba al borde de la gloría, una onda de calor me recorrió la espina dorsal y pude sentir como Jennie también lo estaba sintiendo, sus paredes abrazaron mi miembro, afortunadamente esta vez si llevaba un condón puesto así que sin problemas y preocupaciones aceleré aun mas mis envestidas contra el centro de Jennie, estaba tan excitada y el rostro de Jennie al llegar su orgasmo, al sentir sus dientes en el lóbulo de mi oreja los chorros calientes y espesos salieron disparados de mi miembro.

—Mierda—exclamé abrazando a Jennie con fuerza para sostenerla mientras daba las ultimas embestidas con fuerza.

—Lisa, dios, me caeré— Jennie con la voz y la respiración agitada colocó sus brazos alrededor de mi cuello para no caer con su cuerpo tembloroso. Podría hacer esto mil veces.

Seducción |  Jenlisa. (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora